Desde hace casi 30 años, ha quedado claro que al poblano le gusta la alternancia, pero también que los ciudadanos votan por la persona más que por el partido, es decir, la marca sí es importante, pero también lo es el personaje que encabeza a los diferentes colores en pugna.
Desde 2006 a la fecha, han gobernado el PRI, el PAN y ahora Morena, una muestra inequívoca de que la alternancia llegó para quedarse en la vida de los poblanos y lo mismo ocurre en las principales ciudades de la entidad, como la capital, Tehuacán, Teziutlán, San Martín Texmelucan y las Cholulas, solo por poner un ejemplo.
Pero, también es un hecho que el voto diferenciado ya se ha hecho patente en cada una de las elecciones que se han vivido en la entidad y el mejor ejemplo es lo que ocurrió en el 2018, en donde se presentaron votaciones, por demás interesantes de analizar.
De entrada, hay que señalar que el personaje en la boleta sí cuenta y vaya que pesa, López Obrador, en esa elección, y ya lo hemos señalado, obtuvo un millón 753 mil votos, como fruto de la enorme popularidad del hoy presidente. El tabasqueño registró una votación total en el país de más de 30 millones de sufragios.
De la misma forma, la dupla al Senado de la República, en ese entonces encabezada por el hoy candidato de Morena a la gubernatura, Alejandro Armenta Mier, obtuvo un total de un millón 440 mil 489, mientras que la dupla panista, integrada por Nadia Navarro y Mario Riestra, solo tuvo 774 mil 758 sufragios.
A destacar que entre la votación de López y de Armenta hubo una diferencia de más de 300 mil sufragios y en total en el país, los senadores morenistas tuvieron 9 millones de sufragios menos que el tabasqueño, lo que confirma que el hoy presidente de la República es un fenómeno electoral, el cual no se asemeja a ningún otro personaje; pero, también deja en claro que aun estando en la boleta, no le transfiere su popularidad a nadie, aunque sí ayuda a ganar, ya veremos qué ocurre con Claudia Sheinbaum en el 2024.
Lo anterior se confirma cuando se revisa la votación registrada al gobernador del estado ese año, como lo señalamos en la pasada entrega, Miguel Barbosa perdió con un millón 031 mil sufragios, 600 mil votos menos que los obtenidos por el candidato a la presidencia y 400 mil sufragios menos que los obtenidos por la dupla Armenta y Nancy de la Sierra en la lucha por el Senado.
Es muy clara la forma en que el poblano ejerció un voto diferenciado en el 2018 y para nada fue producto de un fraude, si Morena es capaz de hacer un ejercicio de autocrítica, se dará cuenta de que el personaje en la boleta, independientemente de las siglas, sin duda cuenta.
Lo mismo ocurrió en la capital del estado, solo para reforzar el tema del voto diferenciado, López Obrador ganó con 450 mil votos en la Angelópolis, mientras que la entonces candidata a la alcaldía y ganadora de la contienda, Claudia Rivera Vivanco, obtuvo 329 mil sufragios, casi 120 mil votos menos que el hoy presidente de la República, pero aun así fue suficiente para derrotar en esa contienda al panista Eduardo Rivera Pérez.
Un año después, Miguel Barbosa fue arrasado en Puebla capital en la elección extraordinaria celebrada el 2 de junio de 2019, en donde solo obtuvo poco más de 220 mil votos, 110 mil sufragios menos de los que obtuvo Claudia Rivera, meses atrás. Conclusión, el candidato sí cuenta y esto es algo que no se debe de perder de vista ahora que se aproxima el 2024.
Reitero, el revisar números es como hacer una autopsia y lo más importante es sacar conclusiones, mediante las cuales se puede hacer perspectiva.
Los candidatos cuentan y son sumamente importantes, y más cuando se trata de la elección a presidentes municipales, en donde la gente se involucra más por tratarse de las autoridades más cercanas.
Los números del 2018 nos dejan ver que independientemente de que Morena arrasó en la elección federal y en las principales plazas en el estado, la elección local no solo la ganó Martha Erika Alonso, sino que fue muy pareja en números.
En total, Morena obtuvo una votación de 795 mil sufragios en la elección de ayuntamientos y Acción Nacional logró sumar 702 mil, una diferencia de 93 mil votos, lo cual habla de una contienda sumamente cerrada, no mayor a los 2.5 puntos a favor del partido del presidente y aun con López en la boleta.
Aquí es en donde el vilipendiado PRI sigue jugando un papel fundamental porque a pesar de todos los pesares y de sus pésimos dirigentes, el tricolor obtuvo una votación de 532 mil sufragios, casi los mismos votos que obtuvo su candidato a la gubernatura en aquella elección, Enrique Doger Guerrero, quien obtuvo 555 mil votos, tan solo 23 mil votos más.
La clave para Acción Nacional y para Eduardo Rivera es que el tricolor mantenga esos niveles de votación, con buenos candidatos a las presidencias municipales, para seguir siendo más competitivos que los aliados de Morena, el PT y ahora el Verde, que, en aquel lejano año, ni sumados alcanzaron los niveles de votación que tuvo el expartidazo.