La diputada federal del PAN y ex dirigente estatal de este partido, Genoveva Huerta Villegas, y una buena parte de su equipo, se sumó ya en torno a quién será el candidato a la gubernatura por el Frente, que no es otro que el aún alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez.
El encuentro, celebrado en el propio Palacio Municipal, pasó un tanto cuanto desapercibido por la vorágine informativa de una semana en donde Puebla ha quedo muy mal parada por el “clasismo” imperante entre los integrantes de su sociedad, un tema por demás interesante y que más tarde será abordado en este espacio.
Los encuentros y desencuentros entre ambos personajes datan del tiempo de la muerte de Martha Erika Alonso, quien designó presidenta del Comité Estatal del PAN a Genoveva Huerta, por recomendación de quien estaba encaminado a ser uno de los hombres fuertes de esa fallida administración, el exsecretario de salud y exlíder del Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui.
Tras la muerte de Martha (24 de diciembre de 2018), Genoveva Huerta se alió con el entonces secretario de Gobernación durante el interinato, Fernando Manzanilla Prieto, quien buscó apoderarse de Acción Nacional en complicidad con personajes como Eduardo Alcántara, a quien apuntaló para que se convirtiera en el presidente del Comité Municipal del albiazul, pero cayó derrotado ante Jesús Zaldívar, quien a su vez, para poder ganar, se alió con Mario Riestra, pero sobre todo, con el hoy edil capitalino, Eduardo Rivera Pérez, y su grupo, que habían sido defenestrados durante el morenovallismo. Desde entonces un cisma sacudió al albiazul.
En 2021, Huerta y Manzanilla impulsaron a Pepe Chedraui, para que fuera el candidato de la alianza PAN, PRI y PRD a la alcaldía de Puebla, sin embargo, la designación recayó en manos de Eduardo Rivera, quien meses más tarde derrotó a la entonces presidenta municipal morenista, Claudia Rivera.
Las pugnas al interior del PAN no cesaban, Genoveva perdió la reelección al frente del Comité del albiazul a manos de la actual presidenta, Augusta Valentina Díaz de Rivera, quien fue impulsada por el alcalde Eduardo Rivera, Mario Riestra y Jesús Zaldívar, llevando como su secretario general a Marcos Castro.
Tras la nueva derrota, muchos simpatizantes del grupo de la “jefa Geno”, como se hacía llamar, se sumaron al proyecto de Morena y específicamente al de Nacho Mier, merced a la presencia de Fernando Manzanilla dentro de la coordinación de la campaña de Nacho.
El cisma al interior del albiazul se mantenía, pese a los constantes llamados a la unidad del presidente nacional del PAN, Marko Cortés, quien ya estaba harto de Puebla y de los panistas poblanos, que no se podían poner de acuerdo.
Curiosamente, la derrota de Nacho en la interna de Morena frente a Alejandro Armenta, contribuyó a que por fin se pudiera dar la unidad al interior del panismo, pues el grupo “genovevista”, se quedó ya aislado y sin opciones de hacia dónde moverse.
De ahí que, el pasado martes, Huerta Villegas y Eduardo Rivera hayan fumado ya la “pipa de la paz”, para llegar a una tregua, luego de prácticamente cinco años de lucha ininterrumpida por el control de la estructura de este partido en la entidad.
Dos personajes que jugaron un rol importante para que por fin se diera la unidad fueron cada uno por su parte, el diputado federal y aspirante a la alcaldía de Puebla, Mario Riestra Piña, y el operador político del alcalde Rivera, Abel Hernández.
Abel, quien durante un tiempo estuvo distante del grupo de Eduardo Rivera y que incluso colaboró con el grupo de Genoveva Huerta, y específicamente con Eduardo Alcántara, fungió como puente entre la diputada federal y el alcalde; mientras que Riestra fue el primero en tenderle la mano a los “separatistas” para lograr la suma de estas dos corrientes.
Un más que merecido homenaje a Edgar Chumacero
El Gobierno del estado de Puebla, a través del Instituto Poblano del Deporte (Inpode), reconocerá la trayectoria de personalidades del ámbito deportivo con el Paseo de Campeones Puebla 2023.
Uno de los galardonados, y de forma más que merecida por su extraordinaria trayectoria deportiva, que incluso estuvo coronada por su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, será el destacado esgrimista Edgar Chumacero, quien más tarde también incursionó en el mundo de la política y de la administración pública.
Edgar es un hombre sumamente disciplinado y que ahora se ha consagrado a otro deporte, el fisicoconstructivismo, amén de seguir vigente en la política.
De forma más que merecida, el Inpode, que encabeza la exkarateca Yadira Lira Carrillo, reconoce entre otros a Edgar, quien, reitero, de manera más que merecida, será reconocido con este galardón.
Enhorabuena, querido Edgar, y a seguir triunfando.