A partir del 2016, el Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México (LNS), con sede en la BUAP, abrirá sus puertas a la industria, las empresas y el gobierno, hasta en un 70 por ciento de su capacidad instalada, a los cuales brindará servicios a costos competitivos, con el objetivo de contribuir en el desarrollo y bienestar social. Asimismo, esta vinculación con los sectores es la vía para recuperar la inversión en el corto plazo y lograr su sustentabilidad.
De acuerdo con las etapas diseñadas, el LNS estará operando a principios de 2015, año en el que el cien por ciento de su capacidad se enfocará a la investigación del consorcio que integran la BUAP, la Universidad de las Américas campus Puebla (UDLAP) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), así como de otras instituciones de educación superior del país, con las cuales existan alianzas.
Juvencio Roldán Rivas, jefe de Vinculación en la Facultad de Ingeniería de la BUAP y responsable de Proyección Financiera y de Negocios del LNS, informó que a partir del 2016 se brindarán servicios a otros sectores como la industria, las empresas y el gobierno, por lo que estimó que habrá una recuperación de la inversión original al final del cuarto año, considerando tarifas de mercado y escenarios moderados en la venta de servicios.
Protección civil
En materia de vinculación social, el LNS puede ser útil en diversos escenarios. Al respecto, Roldán Rivas explicó: “existen aplicaciones de simulación que permiten modelar rutas de evacuación óptimas en diversas condiciones de contingencia, tales como intensidad de los temblores, topografía del terreno, posibles direcciones de los flujos de lava o de la ceniza de acuerdo con la dirección y fuerza del viento, etc. Son modelos que trabajan con docenas de variables y muestran lo que puede pasar, de tomarse ciertas decisiones”.
También, agregó, “se pueden diseñar minas o instalaciones subterráneas que minimicen los riesgos en explosiones u otras contingencias. Con relación a las condiciones geológicas y topográficas de la región. Correr modelos como éstos puede tomar días o semanas en un computador ordinario; mientras que en un súper computador como el que se está adquiriendo tomaría minutos. Se puede ‘jugar’ con docenas de planes y simulaciones en pocas horas y así tomar decisiones que impliquen menores pérdidas”.
Salud y gobierno
En el área médica, Juvencio Roldán señaló que existen muchas necesidades en la simulación de fisiología para diseño de prótesis, experimentación de fármacos y sus efectos en seres vivos, que con el soporte computacional del LNS reduciría tiempo y costos en experimentos.
“El desciframiento de los mapas genéticos, las proteínas que estos proveen al cuerpo, en las áreas de biotecnología y microbiología pueden ser explotadas por nuestras escuelas en alianzas de vinculación con compañías farmacéuticas, nacionales o extranjeras, asentadas en México”, consideró.
Asimismo, dijo, “algunos sectores gubernamentales del área de la salud requieren guardar grandes cantidades de imágenes para sus registros, y no cuentan con la capacidad para esto. Algunas instituciones de gobierno procesan nóminas enormes durante días. En el súper cómputo esto se lograría en horas y a un costo mucho más bajo”.
Industria
El LNS tiene en el sector automotriz varios campos de oportunidades. “La más inmediata está en proveer procesamiento para diseño digital y renderizado de los diversos componentes y de todo el automóvil, aunque esta tarea se realiza generalmente en otros países que cuentan con mejor infraestructura física y humana. Así como varias compañías pequeñas asentadas en México que ofrecen parte de estos servicios con muchas limitaciones y poco competitivas”, refirió.
Además, dijo, “se podrá realizar análisis de elemento finito para simular las condiciones de nuevos diseños, materiales y sus impactos en situaciones de accidentes, durabilidad y costos en el sistema automotriz completo. Las alianzas con estas empresas potenciarían nuestra competitividad basados en la velocidad y costos de procesamiento del laboratorio”.
Roldán Rivas consideró la posibilidad de que las grandes empresas automotrices decidan hacerlo directamente con la BUAP, a través de las unidades académicas en las que se imparten las carreras de Ingeniería Mecánica, Industrial, Mecatrónica y Sistemas Automotrices. Algunas compañías automotrices y sus proveedores pueden evaluar darle a un tercero sus corridas de grandes volúmenes de datos en nóminas o planeación de materiales en tiempos más acelerados.
Por otro lado, hay varias compañías pequeñas que están haciendo animación digital para películas en entretenimiento. Son poco competitivas en sus costos y tienen muchas limitaciones actualmente. En el LNS podrán realizar sus películas en tiempos muy reducidos y costos más bajos.
En tanto el Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México es una herramienta de soporte computacional de alto desempeño puede impactar diversos ámbitos, al elevar su competitividad.