Molestia y enojo, prevalece entre los vecinos de la 32 Oriente y la calzada Ignacio Zaragoza, donde se construye la nueva sede del Congreso del estado de Puebla, tras la invasión de comerciantes ambulantes en las banquetas, y pese a que han solicitado la intervención de las autoridades normativas estás han brillado por su ausencia.
Los vecinos, paseantes y todo persona que tiene que transitar por la 32 Oriente se tienen que bajar de la banqueta con el riesgo de ser atropellados por los camiones de volteo que día y noche permanecen en el lugar para cargar la tierra y piedra del lugar.
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Desde estructuras metálicas y sillas, hasta tanques de gas, cazos de carnitas, sillas y otro tipo de objetos obstruyen la banqueta sin dejar pasar a los peatones.
Además, los ambulantes dejan su basura y son groseros con todo aquel que se arriesga a pasar por el lugar, donde, por cierto, ha aumentado el robo de autopartes y a transeúntes.
El comercio informal se dice protegido por líderes de la organización Doroteo Arango y por comerciantes del barrio de Xanenetla.
Ante esta situación, los vecinos señalan estar cansados de que ahora el comercio informal se apodere de una calle y perturbe su tranquilidad; por ello, han solicitado la intervención de las autoridades estatales y municipales, para terminar con este tipo de actos.
