El presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Turismo del Cabildo de Puebla, Manolo Herrera Rojas, mencionó que el Ayuntamiento de Puebla analiza junto con líderes comerciantes colocar un mecanismo de “plumas” y cámaras de detección de rostros en la Central de Abasto, con el fin de reforzar la seguridad y mantener el orden.
El regidor dijo que a través del consejo de la central se ha hecho un análisis debido a la afluencia de gente que acude a este lugar.
Indicó que el proyecto contempla cerrar con una barda todo el perímetro de la Central y en rehabilitar algunos módulos de seguridad que ya existen.
Así como la implementación de plumas y cámaras con detección de rostros para tener una mayor seguridad en la zona.
Explicó que la detección de rostros es para que se tenga conocimiento de las personas que entran a trabajar y a comprar, y que la ingeniería que se adquirirá será de calidad para que dure por muchos años.
“Dentro de la central lo que estamos buscando es tener un control mucho más en seguridad, de detectar rostros, vehículos y personas que entren para cuidar a todos los que van a comprar, sabemos esta problemática que se ha desatado al estar abierta”, dijo.
La inversión para estas labores la hará el consejo de la Central de Abasto que está compuesta por 18 bodegueros, mientras que el ayuntamiento de Puebla apoyará con el asesoramiento y el reforzamiento de la seguridad a través del patrullaje que se realiza como parte del convenio firmado.
Destacó que hasta el momento el Ayuntamiento mantiene vigilancia en el lugar con cinco parejas de policías, por lo que negó que las unidades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se hayan retirado.
Herrera Rojas especificó que el proyecto sigue en pláticas, pues se comenzó a planear hace dos semanas, pero afirmó que las labores se harán con prontitud a fin de que concluyan antes de que termine el gobierno actual.
Respecto a si esto pasará por el Cabildo, Manolo Herrera comentó que no hace falta, pero que podría considerarse.
Por último, reconoció que tras los conflictos que se han registrado, los comerciantes han disminuido sus ventas entre un 5 y 10%.