Este Día del Niño más que celebrarlo o festejarlo con los pequeños se deberá reflexionar sobre los índices de violencia que viven en sus casas, porque muchos padres de familia ya ven normales los golpes.
Araceli Paredes Vázquez, representante de la Fundación Juconi, explicó que de acuerdo con el Estudio de Opinión realizado en la ciudad de Puebla con motivo del 30 de abril, en coordinación con la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), se llegó a la conclusión que muchos padres de familia en sus infancias fueron violentados y realizan estas mismas prácticas con sus menores hijos.
Actualmente dar golpes, nalgadas, regaños excesivos e incluso dejar solos a sus hijos resultan actos “normales” para educar a los pequeños, siendo que con estas acciones sólo causan daños y traumas psicológicos.
“La violencia impacta de tal manera que genera un traumas y cuando son instaladas en el cerebro es difícil trabajar con esa situación, descubrimos que el 49 por ciento no considera que dejar solos a sus hijos es violencia y esto influye en el desarrollo social y cognitivo que lastima a los niños, ignorar una enfermedad o a un niño es un acto violento para ellos”, relató.
“La violencia ya se ha normalizado, se repiten los patrones que han vivido en sus infancias los padres de familia y pasan de víctimas a victimarios, es un círculo vicioso que se tiene que romper”, dijo la especialista en el tema.
En tanto, Mauro García Domínguez, catedrático de la Facultad de Mercadotecnia de la UPAEP, destacó que se aplicaron 425 encuestas a una muestra representativa de toda la ciudad de Puebla, especialmente, a 474 mil hogares.
De los encuestados el 78 por ciento refirió violencia en su infancia, de ellos, el 68 por ciento aseguró que esta dureza ayudó a educarse mejor y el 88 por ciento declaró que los castigos eran antes más graves que los que se dan ahora, debido a que los padres son más tolerantes.
El 57 por ciento reconoció haber recurrido a algún tipo de violencia hacia sus hijos, 77 por ciento de estos casos tuvo violencia física, como nalgadas, manotazos o castigos severos (romper un palo de escoba en la espalda, quemaduras de cigarro, golpes con un cinturón hasta sacar sangre), 51 por ciento le ha pegado a un niño cuando hace berrinche.
Uno de los temas que causó expectativa fue que el 35 por ciento de los papás ha sido testigo de algún caso de violencia física, emocional o sexual hacia un menor de edad. De acuerdo con las encuestas las edades donde mayormente sufren violencia son entre 1 y 6 años.




