Después de haber disfrutado de unos días de vacaciones en compañía de amigos o familiares, cientos de poblanos cansados y con los bolsillos semivacíos eligieron el autobús para emprender el regreso ayer a su hogar.
Hoy muchos poblanos comenzaron la rutina de trabajo y escolar tras haber disfrutado de la pausa vacacional ofrecida por la Semana Santa. El autobús se convirtió para muchos en la manera más cómoda de viajar y, en ocasiones, también en la más barata, después de haber gastado gran parte de sus ahorros en vivir unas buenas vacaciones. Sin embargo, el gasto mereció la pena a juzgar por la satisfacción que muchos mostraron a su llegada a la Central de Autobuses de Puebla (CAPU).
“Se cobra para todo, para el baño, para el papel, para la comida. En todo gasta uno”, se quejó Edith López, una joven poblana que había viajado con su madre Bárbara para disfrutar de unos días de ocio en Cuautla, Morelos. “No hay nada mejor que casa”, añadió aliviada.
A pesar de la satisfacción de haber llegado al hogar, muchos poblanos echaron de menos la relajación de las vacaciones. “He podido descansar mucho, me ha encantado”, resumió Guadalupe Coral Bertheau todavía con una sonrisa tras pasar la Semana Santa en Ixtapa Zihuatanejo.
HOSPITALIDAD DE AMIGOS Y FAMILIARES
Este municipio de Guerrero fue elegido también por Jorge, alumno de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), para pasar unos días de ocio con los amigos. “No me costó nada, me invitaron. Sólo pagué lo que gasté y ya”, comentó el estudiante.
Muchos otros vacacionistas optaron también por aprovechar la hospitalidad de un amigo o familiar para reducir los costos del viaje. De esta manera, Juan Francisco Mora García, alojado en casa de unos amigos en Martínez de la Torre, municipio de Veracruz, pudo gastar únicamente en “lo esencial”, es decir, “cervecitas y cafés”, mientras se despreocupaba de otros expendios.
A Diana sus vacaciones durante una semana en una casa familiar en la costa de Veracruz, le parecieron “económicas”. “Sólo gasté 4 mil pesos y estuve bien tranquila”, se congratuló la joven poblana, mientras observaba cómo su hijo sostenía todavía una pelota de playa. Por ese precio, pudo disfrutar de chapuzones en el mar y de la degustación de distintos mariscos.
“Para la situación económica que hay, es mucho mejor estar en familia”, añadió Juan Vázquez, quien se desplazó hasta Querétaro para disfrutar de un tiempo entre sus familiares, mismo estado que eligieron el matrimonio conformado por Leonor Estrada y Gino Raúl de Gasperín. “Lo mejor ha sido disfrutar de la familia y ver los pueblitos”, aseguró este último.
Muchas veces a pesar de esta hospitalidad, el viaje siguió pareciendo caro. “Fuimos a Chiapas y, aunque estuvimos con nuestros padres, el boleto y la comida resultó carísimo”, explicaron al unísono Andrea y Elo, dos estudiantes poblanas cansadas de transportar las pesadas maletas por la estación de autobuses.
Aunque muchos otros tuvieron que gastar gran parte de sus ahorros, su rostro reflejaba más felicidad que arrepentimiento. “Son los únicos días que tenemos”, justificó Lizbeth Pérez Ocampo tras pasar una semana “con la familia” en un resort de Puerto Vallarta, Jalisco, por un costo que prefirió no desvelar.
TAMBIÉN REGRESAN AQUELLOS QUE VISITARON PUEBLA
El final de las vacaciones de Semana Santa llegó también para aquellos que días atrás habían elegido el estado de Puebla como destino de descanso o diversión. “Hemos visitado de todo”, explicó Juan Juárez, quien junto a su familia, viajó desde la Ciudad de México a Puebla para permanecer durante varios días. También volvió ayer a su casa en el Distrito Federal después de visitar a su padre en la ciudad de Puebla, Joaquín Carrillo, armado ayer de paciencia en la larga espera de su camión.




