Este domingo, autoridades de Irán anunciaron el redespliegue de la “Policía de la moral” en las calles del país en el marco de una nueva campaña para controlar la vestimenta de las mujeres, incluido el uso del “hiyab”, cerca de diez meses después de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, detenida en septiembre por supuestamente llevar mal puesto el velo.
El portavoz de la Policía iraní, Said Montazeralmahdi, enfatizó que los agentes retomarán la notificación y detención de mujeres que no usen el velo en público, tras “demandas de la población e instituciones” para “expandir la seguridad pública” y “fortalecer los pilares de la familia”.
“A partir de hoy, la Policía, a través de patrullas en coche y a pie, a advertir y sancionar a personas que, desafortunadamente, desobedezcan las órdenes y sigan sin respetar el código de vestimenta”, dijo.
De igual manera, criticó a las personas que “siguen insistiendo en romper las normas” y recalcó que “en caso de que no cumplan con las órdenes de la Policía, se adoptarán medidas legales y serán presentadas ante el sistema judicial”.
“Se espera que todo el mundo, especialmente las inteligentes mujeres del país, de las que depende el futuro de este país, ayuden a la cohesión social y a la seguridad general de la sociedad manteniendo la santidad del velo y respetando las normas aceptadas”, resaltó.
El jefe del aparato judicial de Irán, Gholamhosein Mohseni-Ejei, afirmó a principios de julio que los tribunales del país han abordado hasta ahora más de 20,000 casos relacionados con las protestas y sostuvo que se han separado los casos de los “arrepentidos” de aquellos que participaron en disturbios de cara a un proceso de amnistías por parte del líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei.