Luego de que a inicios de esta semana se expuso la ausencia de supervisores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en las obras de remodelación de las calles de una parte del Centro Histórico de Puebla, ayer por fin aparecieron un grupo de arqueólogos para tomar fotos y datos sobre los trabajos, entre otros, de rehabilitación de los drenajes en un área de la zona monumental de la capital.
Si las obras iniciaron el pasado 8 de mayo, entonces ha habido un periodo muy largo de tres semanas sin la adecuada presencia de arqueólogos del INAH, en los trabajos que emprendió el ayuntamiento de la capital y la empresa concesionaria del agua potable. Un asunto que únicamente concierne al Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya que el gobierno de la capital sí pidió en tiempo y forma la intervención del organismo federal, tal como se narró este lunes en la columna “Cuitlatlán”.
Eso quiere decir que, si se encontraron vestigios históricos en las excavaciones, no hubo la adecuada intervención del INAH, o por lo menos es lo que parece.
En esta columna se narró –el lunes, en la edición digital y el martes en la parte impresa de La Jornada de Oriente– que el Centro INAH Puebla habría intentado cobrar una cantidad exorbitante, de alrededor de 4 millones de pesos, por la supervisión de las obras en cuestión, lo que no fue aceptado por la autoridad municipal.
Al respecto, el Centro INAH Puebla lo niega y para ello, mandó a la redacción de La Jornada de Oriente la siguiente misiva:
Ciudad de Puebla, Pue., a 29 de mayo de 2023
AURELIO FERNÁNDEZ FUENTES DIRECTOR DE LA JORNADA DE ORIENTE
En relación con la nota publicada el lunes 29 de mayo en la edición impresa y digital de La Jornada de Oriente, firmada por Fermín Alejandro García y titulada “El INAH quería cobrarle 4 mdp al ayuntamiento de Puebla; por eso no hay supervisión de obras en el centro”, la Secretaria de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Centro INAH Puebla, solicita la publicación de las siguientes aclaraciones: (Sic)
En primer lugar, lamento que el C. García no se haya acercado a ésta institución para obtener información de primera mano, por parte de especialistas en la materia, dando origen a un texto lleno de información incorrecta, carente veracidad y que confunde datos y términos impidiendo al lector conocer con claridad el tema al que pretende aludir. (Sic)
Solo por mencionar algunos ejemplos, es errónea la información que plasma de un ciudadano que no es experto (hablando de datos, montos que no tiene fundamento) y lo publique como fidedigno, sugiriendo que puede haber actos de corrupción; término que no es correcto y solicitamos la pronta aclaración a través de los mismos medios en que fue publicada la nota.
Al respecto, debo señalar que todos los procesos de trabajo siempre se llevan a cabo con acompañamiento técnico del INAH y a través de un Convenio de Colaboración; es decir, que el proyecto esté validado, auditable y revisable por cualquier área competente del instituto. Por lo tanto, y siendo nosotros la única instancia federal responsable en atender temas de conservación de bienes y subsuelo, solicitamos que cualquier información sobre tema arqueológico, sea solicitada a este Instituto. (Sic)
Por otra parte, el INAH desarrolla diferentes acciones de gestión con las instituciones de los distintos órdenes de gobierno, así como con universidades y organismos no gubernamentales, con los cuales se programan labores de inversión, se desarrollan convenios de trabajo y se formulan proyectos de investigación académica.
De la misma forma que los bienes arqueológicos son atendidos y protegidos permanentemente por el Instituto, los sitios con arte rupestre y aquellos espacios donde se ubican elementos paleontológicos son analizados y estudiados según sus características y necesidades de conservación.
Todo ello es muestra del compromiso que el INAH tiene con la protección y salvaguarda de los bienes culturales de la nación, así como de la cantidad y diversidad de especialistas que, en un trabajo interdisciplinario, cuidan, estudian y difunden este importante legado del país.
Expresado lo anterior, en nombre de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, del INAH y del Centro INAH Puebla refrendo compromiso ineludible de vigilar, conservar y proteger el patrimonio prehistórico, arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico del estado.
ATENTAMENTE
MTRO. MANUEL VILLARRUEL VÁZQUEZ
DIRECTOR
Respuesta
Señor director en relación con la carta de Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, es necesario responder lo siguiente:
1. El funcionario a lo largo de su misiva no aclara nada de la información que se difundió en la columna “Cuitlatlán” de este lunes. Solo niega de manera general lo que se narró en ese espacio. Ojalá que exhibiera el convenio con el ayuntamiento de Puebla para supervisar las obras del Centro Histórico.
2. En su reclamo, el señor Villarruel califica a Manuel Bruno Bravo como un “no experto”, sin tomar en cuenta que se trata de un experto en obras hidráulicas, luego de haber trabajado muchos años en el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP), de donde lo despidieron por motivos políticos del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
3. Por si fuera poco, le adjudica al señor Bruno Bravo el dar “datos, montos”, lo cual es una lectura incorrecta de la columna, pues nunca se menciona al representante de los trabajadores despedidos del SOAPAP como fuente informativa sobre los costos de la supervisión de obras por parte del INAH.
4. Quien denunció la corrupción en el Centro INAH de Puebla no fue el autor de este texto, sino el anterior titular de organismo Ambrosio Guzmán Álvarez, mediante un documento que, en junio de 2020, dirigió a Beatriz Gutiérrez, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el cual expuso las causas del atraso de la reconstrucción de 489 monumentos dañados por el sismo de 2017.
Y fue por ese motivo, el haber denunciado presuntos actos de corrupción del INAH, que Guzmán Álvarez fue removido de su cargo en Puebla y sustituido por Manuel Villarruel. ¿O acaso ya se le olvidó?
De los 8 párrafos de la carta del director del Centro INAH Puebla, solo en dos hace vagos intentos de aclarar el contenido de la columna. El resto del texto fue solamente enunciar ideas sin ningún sentido.
Resulta incomprensible que –en la carta– se ponga a hablar en nombre de la Secretaría del Cultura federal cuando el señor Villarruel solo es funcionario del INAH.
6. Si se consultaron a expertos para redactar el texto aparecido el lunes en “Cuitlatlán”.
