Investigadores de las Universidades de Harvard, Stanford, Cambridge y Minnesota, encontraron la que muchos llaman: La primera prueba directa del Big Bang; en la forma de las “ondas gravitacionales”, fenómeno ya establecido hace tiempo por Einstein en su Teoría de la Relatividad.
Para entender mejor el descubrimiento, debemos recordar que la Teoría del Big Bang establece que el universo se formó después de una gran explosión hace 13,800 millones de años, en los cuales ha continuado expandiendose. Dicho crecimiento se presuponía en el brillo de las ondas gravitacionales; mismo que fue confirmado por el satélite Planck Surveyor de la ESA y el radiotelescopio BICEP-2 de la NASA.
Si bien el registro de la actividad ya se tenía desde hace un par de años, se necesitaban hacer diversas pruebas para comprobar que efectivamente se trataba de un estado derivado del Big Bang y no de otras fuentes posibles, comenta uno de los líderes del proyecto, Jamie Bock, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA. Gracias a la Polarización Modo-B, un efecto de los fotones característico de las ondas provenientes de la explosión, se pudo dar como válida la prueba.
Este hecho cambiará, no sólo la concepción de la conformación del universo, también de la concepción que se tiene de las fuerzas injerentes en el tiempo y espacio.
Con información de NASA.