El dirigente estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, lamentó que las diferencias personales entre el gobernador, Rafael Moreno Valle, y el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, afectaran el desarrollo en la capital en los tres años de la administración del segundo.
“Me parece que una relación de gobierno no debe pasarse al ámbito personal, creo que es un tema institucional; cuando no existen estas posibilidades pierden la ciudad, la sociedad y los propios gobiernos. Eso fue lo que estuvimos evidenciando todos los poblanos”, sentenció.
Agregó que la administración de Rivera Pérez fue de tres años de contrastes, porque ésta es una de las demarcaciones con más pobres y más allá de las obras de relumbrón no se atendieron las necesidades básicas de los poblanos.
Enunció que otro pendiente de la administración municipal saliente es la seguridad pública, donde puso como ejemplo los hechos registrados en la Angelópolis, en específico, en la zona de la Avenida Juárez, donde sujetos utilizaron armas de grueso calibre.
Por último, Fernández del Campo, no quiso calificar el trabajo de Rivera Pérez al frente del ayuntamiento de Puebla, argumentando que serán los poblanos quienes lo evaluarán: “No soy evaluador, la gente calificará los rezagos en muchos temas que hablan por sí solos”, concluyó.