La recién designada presidente del Instituto Electoral del Estado (IEE), Blanca Yassahara Cruz García, ya adoptó un gatopardismo: se propuso hacer cambios profundos en el IEE, para acabar dejando todo igual.
Hace 3 semanas prometió que mejoraría la calidad del personal del IEE y que haría evaluaciones laborales, pero apenas hace cinco días se nombró a un nuevo encargado de la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos con la principal característica de que: carece de toda experiencia en el trabajo electoral.
El pasado 16 de noviembre, por acuerdo de la Junta Ejecutiva de IEE, se nombró a Joel Rojas Durán como titular de la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos, que es un área prioritaria del órgano electoral.
Loa que llama la atención es que, de acuerdo con la página 4 del resolutivo del IEE, Joel Rojas fue una propuesta directa de Blanca Cruz García y que el recién nombrado funcionario no tiene experiencia en ninguna actividad electoral, pues antes fue empleado de confianza en el Sistema de Administración Tributaria del gobierno federal.
Joel Rojas va a sustituir a Rossana López Barranco, quien renunció a la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos, y aunque por ahora, sea un puesto de encargado de despacho, es un secreto a voces que es la vía para que después sea designado de manera definitiva.
¿Por qué es muy cuestionable el nombramiento de Joel Rojas en unos de los cargos más importante del IEE? Por dos razones de peso:
Primera: apenas el 3 de noviembre, cuando Blanca Yassahara Cruz García tuvo su primera intervención ante el Consejo General del IEE, anunció que a su llegada al órgano comicial habría una etapa de evaluación del personal del instituto para garantizar una mejor calidad en las labores del instituto y poder cambiar a los funcionarios que fueran necesarios.
Al mismo tiempo, ofreció que no habría nuevas designaciones de funcionarios sin que se tuviera una evaluación correcta de quienes ocupen las vacantes.
Y lo justificó de esta manera: “Es impostergable asumir tareas colectivas de mejorar la percepción pública de la institución para recuperar la confianza ciudadana, de actores políticos y los poderes públicos”.
Queda claro que ese discurso era solo la repetición de lugares comunes y no representaba un cambio verdadero. Prueba de ello es el nombramiento de Joel Rojas Durán, que antes de su designación no tenía nada que ver con el trato con los partidos políticos, que son los actores centrales de los procesos electorales.
Segundo: que en el camino se dejó fuera a varios funcionarios del IEE que, de con acuerdo el escalafón, tenían los méritos, la antigüedad, la experiencia necesaria para hacerse cargo de la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos.
Sobre todo, cuando en 2021 se cometieron una larga lista de pifias desde errores en la impresión de boletas y actas de escrutinio, hasta el procesar de manera extemporánea el registro oficial de las planillas de candidatos a ediles y regidores en el estado. Todo ello fue resultado de la impericia de algunos directores de área del IEE.
Otro cuestionamiento es que pareciera que se está soslayando el trabajo iniciado el 15 de marzo de 2021 por la Comisión Permanente de Seguimiento al Servicio Profesional Electoral, formada por Evangelina Mendoza, Juan Carlos Rodríguez López y Sofía Marisol Martínez Gorbea, que se había propuesto evaluar a todo el personal del IEE, como parte de un proceso de depuración, que estaría listo antes de arrancar la contienda de 2024 en que habrá de renovarse ayuntamientos, el Congreso local y la gubernatura del estado.
La presidente del IEE adolece de mismo defecto
Al final a nadie debe sorprender lo que ha sucedido con ese primer nombramiento de un director del IEE, ya que la presidenta del organismo ha transitado en la misma ruta de no tener los méritos suficientes para el cargo que ocupa.
Cuando el Instituto Nacional Electoral inició el proceso de seleccionar a la nueva presidente del IEE, conformó una lista de 12 aspirantes al cargo. De entre ellas, había cuatro que se destacan del resto de las demás, entre ellas estaba Blanca Yassahara Cruz García.
Sin embargo, de las cuatro aspirantes que podían obtener el puesto de ser la titular del IEE, había dos que ya habían participado en la organización de procesos electorales a nivel estatal y haber ocupado diferentes cargos en las estructuras profesionales del servicio electoral.
Algo que no ocurría con las otras dos candidatas, cuya experiencia era muy limitada, pues no pasaba de haber sido parte únicamente de una de tantas juntas distritales electorales.
Blanca Yassahara Cruz García fue vocal de Organización Electoral en las juntas distritales federales 12 de Puebla y 14 de Acatlán de Osorio. Esos son sus antecedentes más notables.
Aunque se tiene una buena opinión de su desempeño, no hay punto de comparación entre organizar la elección en una junta distrital federal, en donde ya se tienen manuales de operación bien estructurados, a pasar a hacerse cargo de un proceso electoral en todo el estado, en donde hay que crear muchos procedimientos en torno a los comicios que definirán la sucesión gubernamental de 2024.
