Los que tienen la desgracia de sufrir el robo de un iPhone no esperan que el ladrón se ponga en contacto con ellos, pero en China sucedió algo inusual.
Zou Bin perdió su iPhone en un asalto ocurrido dentro de un taxi que compartió con la persona que se lo sustrajo. Cuando consiguió otro teléfono, Zou mensajeó al número de su iPhone exigiéndole al ladrón la devolución de su smartphone.
¿La respuesta? Zou recibió, días después, un paquete en su domicilio que no contenía el teléfono, pero sí su SIM y 11 páginas con el millar de contactos registrados en su smartphone sustraído, ¡escritos a mano!
¿Remordimiento de conciencia? ¿Por qué el ladrón habría tenido ese gesto después de atreverse a robar el teléfono? No lo sabemos. Tal vez creyó que así estaría pagando algún tipo de “penitencia” o simplemente le impresionó la lista de contactos de Zou y le dio pena pensar que tal vez tendría que volver a agregarlos en su nuevo teléfono.