Ernesto Cordero Arroyo se ha convertido este año en un protagonista de la vida interna del Partido Acción Nacional (PAN). El virtual candidato a la dirigencia panista y quien fuera el Secretario de Hacienda y Crédito Público en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), ha demostrado que sabe levantarse de sus tropiezos y a sus desencuentros con el presidente panista, Gustavo Madero Muñoz.
Cordero, que hasta mayo era coordinador de los senadores panistas, y en septiembre dejó la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado, hoy rendirá su informe legislativo de labores en el World Trade Center. Al interior del PAN se espera que el evento sea también el destape de la candidatura del también ex Secretario de Desarrollo Social del gobierno calderonista.
Es esta parte de su hoja de vida lo que puede resultar el mayor inconveniente para la candidatura del Legislador: su calderonismo, su cercanía con el ex Presidente, a quien sus adversarios políticos no le perdonan que haya sido en su mandato cuando el PAN perdió la presidencia, y que aún tienen fresco el recuerdo del estilo calderonista de intervenir en la vida del partido.
Cordero tiene cualidades, pero su pertenencia al grupo del ex Presidente no garantiza que pueda sanar el tejido panista, maltrecho luego de la derrota presidencial de 2012 y dividido por las pugnas internas por el control del partido, considera el ex Legislador albiazul Juan José Rodríguez Prats.
“No le veo la cualidad para restañar el tejido panista, aunque le vea otras cualidades, no deja de pertenecer a un grupo, ese es el problema, la onda grupera, ese papel también desacredita a Madero, que se ha dejado rodear por un grupo”, dice a SinEmbargo el ex investigador de la Fundación Rafael Preciado Hernández.