Cristóbal Suárez tiene 51 años y veinte de ellos se ha dedicado a dos cosas: rescatar y proteger perros. Sin querer buscarlo mantiene un albergue en Jilotepec, Estado de México llamado “San Cristóbal”, y aunque él mismo aclara que no es un “santo” si no que el lugar lleva su nombre gracias a una casualidad, hasta ahora cuida aproximadamente a 350 canes.
Su historia, dice, inició por un incidente: Un familiar tiró a la calle a sus tres mascotas, Lucky, Puchi y Canelo, cuando se enteró, comenzó su búsqueda únicamente recuperando a dos de ellos. Un día – de los seis meses que duró el rastreo-, encontró una camada de seis cachorros realizando su primera adopción oficial de perros.
Cristóbal Suárez menciona que de lo único que puede arrepentirse es de “haber iniciado tarde” en la protección de animales, pues nunca pensó llegar a tener un albergue, incluso señala que ”no sabía que existía la protección animal”, pero ahora que trabaja y conoce de ello “no daría marcha atrás”.
Si yo no hiciera esto, yo me moriría, porque mi vida no tendría sentido. Yo lucho cada día para sacar adelante esto, pero lo hago más por mí que por ellos, porque si hubiera el día en que tuviera que dormirlos por no tener el dinero, no tendría ya razón de vivir”, aseguró.
Y es que Don Cristóbal -como lo llaman- dejó en 2003 su empleo y de ejercer su carrera cuando llegó a tener a cincuenta perros en un terreno de Cuautepec.
Ya no podía trabajar formalmente en un horario fijo porque los perros nada más me esperaban cuatro horas como máximo. Si yo no llegaba en esas cuatro horas se empezaban a alterar y fue cuando un día yo decidí que tenía que vivir con ellos”, afirmó.
En entrevista con Excelsior, Suárez Sánchez reconoce que su misión no es querer llevarse a todos los perros que encuentra en la calle, pero que es “imposible dejar de ayudar a un perro” cuando éste lo necesita.
Además, advierte que no todas las asociaciones protectoras de animales lo hacen de manera correcta, pues existen quienes sólo buscan obtener un lucro ya que “toman al perro como estandarte” tratando de obtener sólo un beneficio personal.
El albergue
El albergue “San Cristóbal” tiene hasta el día de hoy un aproximado de 350 perros y dos gatos, al mes necesita reunir poco más de seis toneladas de comida de perro adulto y media tonelada para cachorros, los cuales se reúnen a través de la donación en especie económico mediante empresas o personas.
Para mantener el lugar -de tres hectáreas de terreno- en condiciones favorables e higiénicas sólo tiene un voluntario, aunque cuando acude algún evento para la promoción de la adopción canina más gente se le une.
Señala que en promedio a la semana adoptan cinco perros, pero si participa en eventos masivos puede colocar en un nuevo hogar hasta veinte canes.
Quisiera algún día que me llamaran perro, pero no lo soy, porque no soy noble, porque todavía no soy fiel, porque todavía tengo defectos y lucho contra mis demonios de tener rencores hacia otras personas. Soy una persona que trata de ser humano, que trata de hacer lo correcto”, finalizó.
Para ayudar o adoptar se puede obtener más información a través de los sitios web: alberguesancristobal.org , facebook.com/AlbergueSanCristobal o @albsancristobal