Guillermo Dellamary es doctor por la Pontificia Universidad Gregoriana, se especializa en atención a jóvenes y familias, pero además transmite sus propios programas de radio y televisión, uno de ellos llamado “María Visión”.
Hace poco, el portal Informador publicó una columna de Dellamary, en donde se planteaban asombrosas dudas como: ¿Por qué los ricos y exitosos son gente bonita, mientras que los pobres y delincuentes son gente fea?, dicha publicación ha causado revuelo.
El autor de mentada columna, no sabe si el dinero ayuda a mejorar la genética, pero afirma ser testigo de que la gente exitosa y acaudalada es siempre bien parecida, guapa pues.
En un tono ridículo, Dellamary resalta el buen gusto de los ricos, lo que los llevaría a ser más inteligentes que los pobres al decidir como vestir adecuadamente, y de hecho, como gastar mejor su dinero. Según él, los pobres no saben decidir y eso se nota cuando para vestir “se ponen lo que hay y punto”.
Resulta irónica la afirmación de este “letrado” columnista, pues evidentemente los pobres no tendrían de donde escoger, no se trata de buen gusto, se trata de carencias económicas. Dellamary afirma sobre el poco interés de los pobres en la moda:
“Bueno el extremo es cuando los pobres van a la playa o a una alberca, las mujeres se meten con una playera, shorts y toda su ropa íntima, como si no supieran que existe un traje de baño. Puede ser por pudor o simplemente una cultura de no gastar dinero en la prenda idónea para nadar”.
Pero ahí no para su patético argumento “sociocultural”, Guillermo Dellamary dice que los ricos tienden a ser más cuidadosos con su higiene. Los pobres, según él, se dejan la barba y las mujeres “no conocen” el desodorante (al parecer Dellamary no conoce el fenómeno hipster, ni a Ben Affleck o Alejandro Fernández, acaudalados barbones). Además destaca que los ricos siempre se preocupan por llevar una alimentación sana y balanceada, mientras los pobres comen “lo que haya”.
¿Dellamary tendrá claros los conceptos de “pobreza”, “riqueza” y “discriminación? o ¿simplemente quiso escribir una columna en tono sarcástico para sacar algunas crueles carcajadas?
A muchos lectores les quedó una duda luego de leer la citada columna: “¿Guillermo Dellamary es pobre o rico? porque feo está”.