¿Qué ganó el senador de la República, Alejandro Armenta Mier, al exhibirse públicamente con “los Morales”, Jesús Morales Flores, Guillermo Morales Rodríguez y Chucho Junior?
Esa es una pregunta que se hacen muchos de los seguidores del legislador federal, quienes no acaban de entender, las razones del oriundo de Acatzingo.
¿Qué mensaje quiso enviar Armenta hacía afuera en su carrera por la candidatura de Morena a la gubernatura del estado? ¿Aún le interesa Morena a Armenta?
Y es que, en su afán de presumir tal vez su fortaleza atrayendo a una de las familias de mayor tradición política en Puebla, Alejandro dejó de pensar en la base de Morena, pero principalmente en el gobernador, Miguel Barbosa, quien tiene cuentas pendientes con Jesús Morales Rodríguez, el continuador de la dinastía.
Pero más allá de la molestia del mandatario estatal, Armenta Mier envió un pésimo mensaje hacia la militancia de Morena, quien no vio con muy buenos ojos el acercamiento del ex priista con personajes, que representan al más rancio PRI y que luego por conveniencia, se pasaron a las filas de Acción Nacional, para apoya a Moreno Valle, a Antonio Gali y a Martha Erika Alonso.
El gobernador Barbosa lo definió muy bien; “No creo que le caiga muy bien a la gente el ver que quienes primero pintaron sus casas de azul, porque pintaron sus casas de azul, ahora las quieran pintar de morado o de guinda”.
De la misma forma, el mandatario estatal sentenció que: “Yo la imagen que tengo de Jesús Morales Rodríguez es vestido con casco de granadero y golpeando con su tolete a la gente de Morena, a la militancia de Morena, que se dio cita en el MM para defender el robo del cual habíamos sido objeto”.
Y de nueva cuenta vuelve la pregunta a cuenta. ¿Qué ganó Alejandro Armenta presumiendo a sus nuevos aliados, los Morales Rodríguez, ligados al PRI y luego al PAN de Moreno Valle, Gali y Martha?
El año pasado, en la lucha por la candidatura de Acción Nacional a la presidencia municipal de Puebla, Genoveva Huerta, amagó con darle la postulación al priista, José Chedrahui Budib, en detrimento del panista Eduardo Rivera Pérez, quien a su vez presumió como uno de sus apoyos en redes sociales a Jesús Morales Rodríguez, quien traicionó a la entonces dirigente nacional del albiazul, para presumir su relación con quien hoy despacha en la presidencia municipal de Puebla.
Ahora, Morales Rodríguez se deja ver con Armenta Mier, quien supuestamente abandera las causas de Morena, pero envía un mensaje muy ambiguo en torno a su militancia, dejándose ver al lado de personajes cuya suma en cuanto a lo que él busca, simplemente es mínima.
En fin, Armenta sabrá sus motivos y sus circunstancias, habrá que ver en que deriva esta reunión y cuál es el camino que decide tomar, el senador de la República por Puebla, dado que su principal apoyo, el también legislador en la cámara alta, Ricardo Monreal, al parecer se encamina a la ruptura con la mal llamada “cuarta transformación”, luego de que no fuera convocado a la reunión de la unidad o de las “corcholatas” celebrada el pasado domingo en Toluca, Estado de México.
Monreal, al límite. Y por ciento, ya que hablamos del zacatecano, Ricardo Monreal, es un hecho que el líder del Senado no está en los planes de sucesión del presidente López y ya se volvió a demostrar dejándolo fuera de la mentada reunión de las “corcholatas”.
¿Qué camino tomará Monreal? El zacatecano se ha reunido de manera constante con el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, con quien mantiene conversaciones como para dar a entender que sumarse a ese partido en el 2024 puede ser la vía para su proyecto, aunque en lo personal, no creo que vaya a optar por la ruptura.
Los hermanos de Monreal, uno es gobernador de Zacatecas, David y el otro, Saúl es presidente municipal de Fresnillo, considerada por mucho ya, como la ciudad más peligrosa del mundo.
Monreal tiene muchos compromisos con la mal llamada “cuarta transformación” y hay muchas formas de hacerle pagar un intento de traición, además de que el líder de Morena en la cámara alta, aún anhela poder realizar una negociación que le permita dentro de Morena, hacerse de la candidatura a la jefatura de gobierno de la ciudad de México, como premio de consolación, aunque este último punto también está en veremos, luego de que Dolores Padierna, no le perdona el haber perdido la jefatura de la delegación Cuauhtémoc.
El zacatecano se encuentra en una verdadera encrucijada y su decisión sin duda, será muy importante rumbo al 2024, aunque hay que decir también que el hábil político ex priista y ex perredista, mantiene una complicidad con el canciller, Marcelo Ebrard.
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