La señora, María del Rocío del Pilar Robles Bárcena, salió alrededor de las 11:00 horas de su casa, en la colonia La Paz, el 21 de mayo de 2011, cuando fue interceptada por dos agentes judiciales, quienes le pidieron que los acompañara para declarar sobre una denuncia que había interpuesto en 2010 contra un tratante de personas; sin embargo, en lugar de ir a la PGJ la llevaron al Hospital Psiquiátrico “Doctor Rafael Serrano”, donde fue ingresada contra su voluntad y sin que fuera evaluada de manera correcta para acreditar que padecía alguna enfermedad.
Después de dos meses encerrada y medicada, Rocío Robles, salió de “El Batán” sin saber el motivo por el cual su padrastro, Aurelio Robles Zaldívar, y su amigo, el director del hospital, Guillermo Loaiza Cerón, la mandaron a encerrar. Lo único que supo fue que había más personas involucradas en su secuestro, pues cuando se presentó ante el Ministerio Público para denunciar los hechos comenzó a recibir amenazas de Lauro Castillo Alcaide, hijo del ex síndico, Lauro Castillo Sánchez.
Hasta el momento, Robles Bárcena, sigue sin saber el motivo por el cual el 21 de mayo de 2011 la privaron de su libertad; supone que tiene que ver con la denuncia que interpuso en 2010, por eso pidió ayuda a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) para que investigue su caso, por el contrario, la ministerio público, Sandra Rojas de la Luz, archivó la Averiguación Previa 1896/2012, porque “los hechos denunciados no son consecutivos de delito”.
Sólo quiero justicia: Rocío Robles
María del Rocío del Pilar, manifestó que la denuncia que está haciendo es por privación de la libertad, negligencia médica y abuso de autoridad en contra de Aurelio Robles Zaldívar, presunto constructor del ramo de salud; Guillermo Loaiza Cerón, director del Hospital Psiquiátrico “Rafael Serrano”, y Jorge Espinosa Ávila, jefe de Enseñanza del nosocomio, así como el abogado, Lauro Castillo Alcaide, y la ministerio público, Sandra Rojas de la Luz.
“Me hicieron quedar como una persona incapaz, con trastorno de personalidad y muchas otras mentiras, que había cometido fraude y golpeado a mi madre, pero el residente que me ingresó aceptó que fue por petición de estas personas, sin que hubiera un criterio válido para internarme, pero al ser sus superiores se limitó a obedecerlos”, apuntó la afectada, quien aludió que debido a este incidente padece ataques de pánico y por el medicamento que le inyectaron ya no podrá tener hijos.
Después de hacer la denuncia correspondiente, la señora, María del Rocío, pidió ayuda al procurador, Víctor Carrancá Bourget, y al entonces secretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui, a través del coordinador General de Atención Ciudadana, Heriberto Castillo Miranda, quien remitió su caso.
Sin en cambio, en lugar de recibir apoyo la amenazaron Aurelio Robles, Lauro Castillo y su representante legal, la abogada, Guadalupe Angélica Carranco Pesado. Incluso, Castillo Alcaide, la agredió físicamente lesionándole el hombro, por lo cual el 8 de marzo de 2012 hizo otra denuncia en contra del abogado. Además, los antes citados sobornaron, dijo, a la ministerio público, Sandra Rojas, para que les proporcionara toda la información que se agregara al expediente.
Desesperada por la falta de ayuda acudió entonces a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), quien hasta hoy la acompaña en el proceso.
“Sólo quiero justicia, he buscado por todos los medios, he acudido cuando me lo han pedido, ahora archivaron el caso (…) me causaron mucho daño moral y físico, les pregunto que si es justo que siendo voluntaria de muchas dependencias me traten como delincuente cuando soy la víctima”, dijo la señora, Robles Bárcena, quien pidió que el procurador revise su caso y se declare incompetente a la MP que lo está llevando.
La afectada, también recalcó que si el gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, prometió que nadie estaría encima de la ley, por qué permite que los ciudadanos padezcan estas situaciones: “¿Quién los está encubriendo y por qué? ¿Por qué no se hace justicia? Lo que exijo es justicia, porque no me parece que algunos funcionarios ocupen sus puestos para privar de la libertad a alguien”.
Aurelio Robles solicita espacio de réplica
Por su parte, Aurelio Robles Zaldívar, quien pidió a este medio de comunicación un espacio de réplica, dijo que es el verdadero padre de Rocío Robles y no su padrastro; además, señaló de forma textual: “Hay peritos psiquiatras y peritos psicólogos que dijeron que estaba enferma, el psicólogo explicó que es bipolar y esquizofrénica, que tiene una lesión en el cerebro, hasta la fecha convulsiona y toma medicamentos”.
Cabe mencionar que en los expedientes de ingreso y salida del Hospital “Rafael Serrano de María”, de Del Rocío del Pilar, de los cuales este medio de comunicación tiene copia, se habla de un “trastorno disocial de la personalidad”, nunca de bipolaridad y esquizofrenia.
Según Robles Zaldívar a su hija la han atendido varios médicos, el más reciente fue Jorge Espinosa, quien es otro de los involucrados en la denuncia por privación de la libertad. Cuestionado sobre dónde atendía Espinosa a su hija, sostuvo que tiene su consultorio cerca de la Beneficencia Española, aunque no dio una dirección exacta que se pudiera corroborar.
De igual forma, Aurelio Robles, manifestó que todo lo que dijo “su hija” es falso, incluso, que su novio y su tía la sacaron de “El Batán” porque fue él y la madre de ella quienes lo hicieron, aunque en ningún momento de la nota informativa manejada por RETO diario se expone que la pareja sentimental de Rocío Robles y su tía tuvieran alguna participación en los hechos.