Los establecimientos ubicados en el corazón de la ciudad son los que concentran el mayor porcentaje de quejas en lo referente a contaminación auditiva.
Ello en virtud de que rebasan los decibeles permitidos por el Ayuntamiento de Puebla, que varían de acuerdo con la reglamentación municipal.
Así lo reveló Alejandro Callejas Linares, director de Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, quien detalló que de los 45 procedimientos administrativos iniciados en 2021, aproximadamente el 35 por ciento implican a negocios del Centro Histórico (lo que equivale a 15 o 16 comercios).
El funcionario capitalino abundó que la contaminación auditiva en la capital poblana ha aumentado conforme la reactivación de la economía local, pues algunos locales ocupan bocinas para atraer la atención de la clientela.
De acuerdo con el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun), 68 es el nivel máximo de los decibeles autorizados en la Angelópolis, esto en un horario de 18 a 22 horas, mientras que de 10 de mañana a 6 de la tarde solo se permiten 65.
Adicional a lo anterior, los niveles de “ruido” (por llamarlo de algún modo) permitidos en zonas residenciales es menor, de 50 a 55 decibeles, en tanto que las escuelas sólo autorizan la cifra máxima de 55 (100 en caso de ceremonias o festejos).