Malos tratos y tortura, humillaciones e instalaciones insalubres, son sólo algunas de las técnicas que se utilizan en los centros de rehabilitación para el tratamiento de personas que usan drogas o padecen alcoholismo, por lo que internarse en uno de ellos no es garantía de que se logre una recuperación ni de que se salga con vida, ante el descontrol con el que operan.
En lo que va del 2021, en la entidad poblana, se han registrado cinco muertes relacionadas con algún centro de rehabilitación, tanto de alcoholismo como de drogas, donde las víctimas pretendían cambiar sus vidas y perecieron.
De acuerdo con datos hemerográficos, se trata de cuatro hombres y una mujer que encontraron la muerte en estos llamados anexos.
MUERTO EN LA PIEDAD
El primero de ellos detonó la bomba, pues el 8 de abril se dio a conocer el deceso de Alan, de 21 años de edad, quien quería cambiar y, por voluntad propia, el 23 de marzo se fue a internar en el anexo denominado La Piedad, ubicado en la colonia Lomas de San Miguel, en la ciudad de Puebla.
Apenas tenía 15 días cuando llamaron a sus familiares y les dijeron que fueran por él porque se había puesto mal; al llegar lo encontraron severamente golpeado, estaba desnutrido y agonizando. Camino a un hospital (al General del Norte), en un taxi, les alcanzó a decir que ahí lo habían golpeado y no le daban de comer, a pesar de que él cubría los gastos y la mensualidad requerida; poco después murió.
Al momento no hay detenidos, pese a que están plenamente identificados los responsables, por lo que la familia sigue clamando justicia.
PUERTA A LA MUERTE
Apenas habían pasado 5 días del deceso de Alan, cuando se tuvo conocimiento de otra víctima, ahora en el centro de adicciones denominado “Puerta a la Vida”, ubicado en calles de la colonia Santa María.
Se trató de Fernando, un hombre de 42 años de edad que, a decir de los deudos, fue severamente golpeado en ese lugar, y aunque lograron sacarlo y llevarlo al hospital de Traumatología y Ortopedia del Seguro Social, poco después murió por las lesiones sufridas.
La familia también exige hasta hoy justicia.
EL FEMINICIDIO DE KARLA, UN MISTERIO
Todavía no terminaba abril, cuando la mañana del día 28, se supo que había una mujer sin vida en una calle de la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas.
La víctima quedó en calidad de desconocida, pero después de que en los medios de comunicación se describieron las ropas y características físicas de la joven fémina, los familiares acudieron al Semefo, donde la identificaron plenamente.
Se trató de Karla, de apenas 19 años de edad, quien según fuentes cercanas a la familia, días antes había sido brutalmente golpeada dentro del anexo llamado “Ayuda Mutua Guerreros en Cristo”, el cual precisamente se encuentra a escasos metros de donde fue encontrado el cuerpo de ella.
ATACAN ANEXO Y MUERE UNO
La madrugada del 5 de mayo un grupo armado atacó a tiros el anexo denominado “Finca Santa Cruz Conducto Fe”, ubicado en el municipio de Tehuacán.
En el lugar murió quien más adelante fue identificado como Arturo, mientras que resultaron heridos Bryan y Omar. La esposa del ahora occiso también estaba internada, pero en ese momento no se encontraba en el lugar de los hechos.
Se desconoce el motivo de la agresión y la identidad de los responsables.
LO ASESINAN EN TEPEACA
El último de los casos ocurrió el pasado 11 de los corrientes, cuando un varón de nombre José Antonio, de 26 años de edad, murió en el hospital regional de Tepeaca por una severa golpiza.
De acuerdo con los datos recabados por las autoridades policíacas, se sabe que la víctima, originaria de Chiapas, habría sido castigado dentro de un anexo sin razón social, y golpeado en diversas partes del cuerpo con una tabla.
Al verlo moribundo, lo abandonaron en la calle y fueron unos vecinos quienes lo auxiliaron y llevaron al centro hospitalario, donde finalmente pereció.
Debido a que en todos estos casos al momento ninguno ha sido esclarecido ni se ha castigado a los responsables, el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció recientemente que ya trabajan en la creación de un reglamento a la Ley Estatal de Salud para regular el funcionamiento de los centros de rehabilitación, con el fin de evitar más casos de muertes violentas en estos sitios.
Al respecto, el mandatario dijo que estos espacios operan bajo una línea muy delgada entre la rehabilitación y la violación de la libertad de las personas; por ello, dijo, regulará su funcionamiento, a fin de que realmente sean centros de rehabilitación de personas que padecen alguna adicción.