Si algo tuvo el actual proceso electoral, fue el cínico pragmatismo que llevó a crear alianzas vergonzosas, al cambio de partido de muchos protagonistas de la contienda y los candidatos que jugaron con una fuerza política, pero en realidad buscaban beneficiar a otra distinta. Como parte de esos contrasentidos, dos últimas historias: una diputada local que siempre actuó contra Morena y ahora, regresa a su labor legislativa como un nuevo cuadro morenista.
Y un candidato a edil de Tepeyahualco que ganó la contienda –según el resultado oficial– y le pide al Tribunal Estatal Electoral que anule el resultado.
La nueva morenista
Si alguien creyó que ya había visto la máxima excentricidad de pragmatismo político de Liliana Luna Aguirre que, en los últimos años ha jugado en la cancha de cuatro partidos políticos diferentes, pues se quedó corto, porque faltando un poquito más de tres meses para que concluya la actual legislatura local, esta mujer ha decidido cambiarse de bancada para el último tramo y responder a los intereses de la fuerza política que combatió en los últimos dos años y medio.
Liliana Luna, luego de haber sido derrotada como candidata a edil de Huauchinango, regresó a su labor como diputada local, pero dándole la espalda a las dos bancadas que le habían dado cobijo: las del PAN y el PRD. Ahora, es la nueva legisladora del grupo parlamentario del Partido de Regeneración Nacional, el mismo contra el que votaba todos sus proyectos de ley.
Luna Aguirre llegó al Congreso local como legisladora del PRD, en una época en que esta fuerza política era un partido satélite del morenovallismo, razón por la cual la diputada en 2018, cuando ganó una curul, se plegó a la fracción parlamentaria del PAN, que en ese entonces comandaba Marcelo García Almaguer.
Si algo tiene esta mujer, oriunda de Jalisco, es que no le gusta ser estridente. Siempre sus votaciones las hace sin levantar polémicas e intentando pasar desapercibida.
Los dos años anteriores, sus votos en el pleno del Congreso en la mayoría de los casos fue a favor de las posturas de la fracción del PAN y en contra de Morena.
He aquí dos ejemplos:
Cuando se votó lo siguiente: “Se reforma el segundo párrafo del artículo 16 y se deroga el tercer párrafo del artículo 16 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado de Puebla (para que el Congreso del Estado recuperara la facultad de nombrar al fiscal general)”, Luna Aguirre se abstuvo, al igual que lo hicieron los legisladores del PAN, PVEM, Compromiso por Puebla y el Partido Nueva Alianza, para no apoyar la iniciativa presentada por el grupo de Regeneración Nacional.
Y cuando se votó “la minuta de decreto que presentan las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y la de Procuración y Administración de Justicia de la LX Legislatura del H. Congreso del Estado, por el que se deroga el artículo 5 Bis de la Ley de Expropiación para el Estado de Puebla”, volvió a votar en abstención por órdenes de Marcelo García Almaguer, que defendía la llamada ley de expropiaciones exprés que diseñó Eukid Castañón Herrera, el operador electoral del morenovallismo.
Liliana Luna ha sido diputada del PRD, jugó a favor de los intereses del PAN, se sumó al Partido Movimiento Ciudadano para ser su candidata en Huauchinango y acabó contendiendo por Morena, para ahora ser parte del grupo parlamentario morenista.
¿Habrá una pizca de lealtad política en esta mujer?
El candidato que se cree magistrado electoral
Said de Jesús Godos Luna es un muy cuestionado político que Tepeyahualco que buscó la presidencia municipal por el Partido Compromiso por Puebla y emprendió una estrategia de presunta compra de votos, intimidaciones y otras artimañas que le permitieron hace unos días que le dieran la constancia de mayoría por parte del Consejo Municipal Electoral. Es decir, es edil electo.
Sin embargo, ha dejado sorprendidos a propios y extraños porque ha presentado una impugnación contra el resultado electoral que lo nombra ganador.
Fue controvertido su triunfo, pero al final el resultado oficial le favorece, por lo que nadie entiende que lo impugne.
El aspirante le ha exigido al Tribunal Estatal Electoral –mediante un recurso de impugnación—que si se hace un recuento de votos de la elección de Tepeyahualco, que mejor se anule la elección y se repitan los comicios.
Queda claro que a Said Godos nadie lo asesoró y le advirtió que los ganadores de una elección nunca impugnan el resultado oficial.
Y al mismo tiempo, se pone en evidencia que le da mucho miedo de que se haga un recuento de sufragios, porque sabe que tal vez no gane.
Sobre todo cuando ha corrido la versión de que en el conteo de cada partido él perdió la elección por poco menos de 70 sufragios y luego, un grupo armado presionó a los consejeros electorales para que el cómputo de los comicios fuera atropellado y le anularan votos, sin una revisión adecuada, a su contrincante del PT.