El pasado 1 de mayo hubo un conversatorio en Morena en donde la consejera estatal Araceli Bautista Gutiérrez acusó al titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Melitón Lozano Pérez, de solapar de una red de “maestros aviadores” siendo esa la razón por la que ella dejó laborar en esa dependencia. Esa versión es totalmente alejada de la realidad, pues esta mujer salió de la SEP por una muy larga lista de actos de corrupción que habría cometido, que iban desde traficar con plazas de docentes, mentir sobre sus antecedentes académicos, provocar daños patrimoniales y enfrentar 12 acusaciones de acoso laboral.
Bautista al participar en esa platica que se trasmitió en vivo en redes sociales y en la que estuvieron algunos fundadores de Morena, tildó a Melitón Lozano de “ser el virrey de la SEP” y “el jefe de la cueva de Ali Baba y los 40 ladrones”. Según ella, descubrió a maestros que cobran entre 60 y 80 mil pesos mensuales sin hacer ninguna labor.
Esta mujer tuvo un paso efímero como directora de Recursos Humanos en la SEP, pues estuvo ese cargo entre el 10 de enero y el 27 de febrero de 2020, el cual aunque fue un corto periodo fue abundante en anomalías cometidas. Este columnista pudo conocer su expediente, arrojando lo siguiente:
12 trabajadores del área de Recursos Humanos de la SEP, que pertenecen a los sistemas estatal y federal, presentaron denuncias de acoso laboral contra Araceli Bautista, ya que de acuerdo a las denuncias que presentaron la entonces funcionaria los obligaba a detectar vacantes de maestros que se les paga con el sistema de honorarios asimilados para que después ella pudiera entregar esas plazas a personas afines a la consejera de Morena.
Los trabajadores –expusieron en las denuncias que presentaron ante la Dirección General Jurídica de la SEP– que si no cumplían con encontrar esas plazas eran amenazados con represalias o el despido por la entonces jefa del Departamento de Pagos y Plantillas por órdenes de Bautista Gutiérrez.
Como parte de ese tráfico de plazas, se descubrieron tres hechos graves:
Primero: Bautista contrató a su nuera de nombre Mari Carmen Morales López bajo el rubro de “servicios profesionales” con un sueldo mensual de 29 mil 450 pesos, lo que es un claro acto de nepotismo por favorecer a un pariente.
Segundo: se detectó que tenía un acuerdo con un mando intermedio de la Secretaría de Salud (Ssa) de concederle una plaza en el área de Atención Ciudadana de la SEP a cambio de que el segundo de ellos contratara en la Ssa a un hijo de Araceli Bautista. Esa operación ya no se concretó porque llego la salida de la morenista de las filas de la dependencia encargada del sistema educativo estatal.
Tercero: asignó un puesto de trabajo de jefe de departamento, sin consultar con el titular de la SEP, a su amigo Jaime González Flores, con fecha de 10 de febrero de 2020, con el grave detalle de que el beneficiario de esa plaza tenía en su haber dos denuncias por presunto mal uso de recursos públicos y supuesto acoso sexual en la Secretaría del Bienestar federal.
Aunque los hechos más graves no fueron por el tema de las plazas, sino por lo siguiente:
Aracely Bautista provocó mucho alboroto en su breve paso por la SEP, no por su eficiencia o sus ideas en materia de recursos humanos, sino por el enojo, agravio, inconformidad, de docenas de profesores –de todos los niveles educativos– porque nunca quiso firmar órdenes de adscripción y cambios de centros de trabajo de los maestros que reclamaban el ejercicio de sus derechos.
Por si fuera poco, esta mujer no entendió el desarrollo de varios procesos administrativos y se vencieron los plazos de las convocatorias, a las que estaban atentos cientos de maestros que no pudieron realizar cambios laborales importantes por la negligencia de la titular de Recursos Humanos.
En esa época, este tecleador conversó con el secretario general de una de las dos secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y calificó de desesperante, de frustrante, que la responsable de Recursos Humanos ignoraba la terminología básica de los procesos administrativos que estaban a su cargo.
El título y el auto que no aparecieron
Cuando Bautista ingresó a la SEP mintió sobre sus antecedentes, al reportar que tenía un grado académico. Sin embargo, con el paso del tiempo se descubrió que había concluido recientemente estudios de licenciatura, pero nunca obtuvo el título profesional.
Cuando le pidieron la renuncia en la SEP, por el escándalo del tráfico de plazas y las denuncias de acoso laboral, la consejera de Morena exigió un pago extraordinario por los 17 días que trabajo en la dependencia.
Como no le dieron ese pago, ella para presionar se habría llevado un auto propiedad de la SEP y que ella tenía bajo su resguardo. Se trata de un vehículo modelo Golf 2018, color blanco, con placas UVH3465.
Finalmente cuando aceptó regresar el vehículo en cuestión, éste tenía una fotomulta y una parte colisionada. Se negó a cubrir los adeudos que ello implicaba y eso quedó integrado en un expediente que tiene el Órgano de Control Interno de la SEP.