Que siempre sí, que la titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Ssptm), María de Lourdes Rosales Martínez, se va del Ayuntamiento de Puebla pero quiere una “salida digna”.
Salida que depende de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien pretende negociar con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta la sustitución de su encargada de seguridad.
La propuesta de Claudia resulta absurda porque es a todas luces una franca estupidez. Y es que pretende que el mandatario absorba a Lourdes Rosales y le dé chamba en el gobierno, cosa que es a todas luces imposible.
Ya parece que el gobernador Barbosa va a sumar a su equipo, sea cual fuere el cargo, a un cartucho quemado e ineficiente, a alguien que no resguardó la integridad de los poblanos.
Lo que no me queda claro es por qué el gobernador no ha actuado ante el desastre político y gubernamental en Puebla, por qué no mete mano en el Ayuntamiento de Puebla para rescatar a Morena y en cambio parece traer un pleito casado contra la BUAP y el rector Alfonso Esparza Ortiz.
Ojalá que la rudeza política sea bien dirigida porque más bien parece una consigna contra los antiguos aliados.
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Y a propósito de la BUAP.
El supuesto pleito entre el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y el rector Alfonso Esparza Ortiz no es más que una serie de malos entendidos que tendrán que ser aclarados una vez que ambos personajes se sienten a dialogar.
Porque el gobernador no puede estar peleado con el rector de la máxima casa de estudios, ni con la universidad y toda su comunidad.
Lo mejor es que ambos se sienten –tranquilamente- a hablar de los temas que tengan que tratar.
De nada sirve criticar el estilo, las formas y todo lo de las pasadas administraciones, de las morenovallistas, incluyendo los golpes por consigna, los encarcelamientos, los abusos de poder y la corrupción si nadie está exento de caer en lo mismo.
La administración del gobernador Miguel Barbosa es un gobierno de puertas abiertas y debería refrendar su dicho con todo mundo.
Sobre todo cuando los oportunistas, los vivales, los gatilleros, los que pegan por consigna, los que tienen negocios y venden citas y encuentros están entrometidos en los temas públicos.
¿A quién se le ocurre escucharlos?
Sin duda, el gobernador y el rector de la BUAP, Alfonso Esparza, tienen mucho de qué hablar.
Lo mejor será serenarse, ponerse una bolsa de hielo en la cabeza, como decía el ex gobernador Melquiades Morales Flores, y trabajar juntos por Puebla.
Los ciudadanos, seguro, se los van a agradecer.
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Algo tendrá que hacer el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta porque la marca Morena en la capital se sigue debilitando.
El desgobierno de Claudia Rivera sigue sin dar una.
La ola de delincuencia no cesa, al contrario, se agrava todavía más.
El desgobierno y el caos son ya una constante en la ciudad capital, y nadie hace nada por remediarlo.
Y si a esto agregamos que el gobierno del estado permitió un alza a la tarifa del transporte la cosa se pone compleja.
Los ciudadanos ya no pueden fácilmente ser engañados.
Y ya dieron cuenta que Morena no es un partido que no cumple, al menos en la capital.
Me parece, además, que el incremento a la tarifa del transporte fue prematuro porque la sociedad está muy sensible, pero sobre todo porque siempre ha dado cuenta de que los concesionarios nunca cumplen lo que prometen.
Se quejan de RUTA pero el transporte público se cae de viejo, de inservible, de inseguro, de sucio, de estorboso y ahora de caro.
La tarifa del pasaje no subía desde hace al menos unos 8 años, porque se intentaba apoyar la economía de los más pobres, y ahora el alza se fue de golpe a 2.5 pesos.
Vamos a ver si la decisión no resulta negativa a corto plazo.
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Con la novedad de que a Jesús Zaldivar Benavides, el dirigente municipal del PAN, ya nadie lo podría remover de su cargo, ganado en la pasada elección interna del albiazul para suceder en cargo a Pablo Rodríguez Regordosa.
Y es que la impugnación de Eduardo Alcántara Montiel simple y sencillamente no pasará ni más ni menos porque la dirigencia nacional, encabezada por Marko Cortés, ya no quiere más escándalo en su partido en Puebla.
Así que dio órdenes expresas al Comité Estatal en Puebla, representado por Genoveva Huerta Villegas, para que se sumara a Jesús Zaldivar a los trabajos del partido para lo que viene.
Sobre todo porque los panistas saben que tienen grandes posibilidades de recuperar la capital por el desastre que existe en materia de gobernabilidad, provocado por la señora presidenta Claudia Rivera.
Y ahora con lo del alza al transporte todavía mucho más.
En twitter: @poncharelazo