Lo dicho, la guerra entre Enrique Doger Guerrero, si es que es elegido como candidato del PRI para buscar la minigubernatura, y Tony Gali, presidente municipal de Puebla y abanderado panista, será la madre de todas las batallas en el estado.
Ambos han mostrado de lo que son capaces de hacer con tal de salirse con la suya.
Tony Gali, por su parte, está metido de lleno en su trabajo y dedicado en convencer a los poblanos que él es la mejor opción para gobernar Puebla durante el miniperiodo de un año con 8 meses que durará la siguiente administración estatal para empatar los comicios federales y locales.
A propósito, fue un gran acierto del edil capitalino la firma de convenio con el gobierno del estado para rescatar los tesoros escondidos de Puebla -las bóvedas descubiertas-, a fin de colocar a la entidad como referente internacional en materia de preservación del patrimonio histórico y urbanismo.
Empero, ayer, el equipo galista se encargó de difundir una encuesta de la empresa Mendoza Blanco y Asociados (Meba) en la que se muestra una supuesta ventaja de Tony Gali como prospecto para gobernador de Puebla del 22 por ciento,
En el camino deja incluso a la senadora Blanca Alcalá Ruiz y a Enrique Doger, de cara a la próxima elección local del año entrante.
Las descalificaciones por la publicación de la encuesta, por supuesto, no se hicieron esperar. El mismo Enrique Doger criticó el estudio que supuestamente lo mantiene muy por debajo de las aspiraciones e imagen del edil capitalino.
En su cuenta de Twitter, el ex legislador federal, contraatacó y aseguró que el próximo año él será el ganador de la contienda electoral.
Hábilmente, Doger ya se metió al callejón de los trancazos y se enredó en dimes y diretes con los tuiteros poblanos, con los bots o con aquellos que se meten a su juego sin darse cuenta que lo colocan donde quiere estar, en boca de todos.
Y es que para él es muy conveniente estar presente en redes sociales, en los diarios, en la radio, en los periódicos digitales y en la mayoría de los medios de comunicación.
Hay que recordar que Doger es un experto en el manejo de medios. No necesita mucho para polemizar y generar grilla y la nota calientita para los reporteros.
Enrique Doger también dio muestras de que está haciendo lo necesario para convertirse en el candidato del PRI para disputar la minigubernatura a Tony Gali y al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Tan sólo ayer estuvo presente -como invitado- en la gira que realizó el presidente Enrique Peña Nieto por Puebla para, acompañado del mandatario estatal, inaugurar el bulevar Industria Automotriz que conecta a la armadora de autos alemana, Audi, con las autopistas Amozoc-Perote, Amozoc-Teziutlán y Cuapiaxtla-Cuacnopalan.
Como sea, Doger asistió como invitado al evento presidencial y envió un mensaje interesante a sus detractores, quienes parecen confiados en que sería un rival aparentemente fácil de vencer en la elección entrante.
Parece que Doger ya habría ganado la designación del PRI, o cómo es que pudo asistir al evento con EPN si ya ni siquiera es diputado federal.
O una de dos, lo invitaron porque ya los priistas lo van a empezar a placear como su próximo gallo, o de plano alguien le prestó el gafete de invitado especial al acto para hacerle el caldo gordo.
Me parece que otra cosa hubiera sido si el presidente EPN lo hubiese mencionado al momento de agradecer la asistencia de los invitados a la inauguración del bulevar automotriz, cosa que no fue así.
Otro mensaje que contrasta el escenario en beneficio de Doger es la mismísima gira del mandatario nacional por Puebla luego de su tercer informe de gobierno.
Y es que contario a las versiones de un supuesto enfrentamiento entre Peña y Moreno Valle, tal parece que la relación entre ambos gobernantes parece muy cordial y más segura de lo que se cree.
Muy fácilmente el presidente hubiese postergado su visita a Puebla si es que quisiera perjudicar los intereses políticos del gobernador; sin embargo, parece más creíble la versión de la negociación nacional entre los dos para favorecer en 2016 las aspiraciones de Tony Gali que la que favorece a Doger.
Cuestión de enfoques, como dijeran los grandes analistas.
¿O no?
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