María Eugenia Ochoa García, ex esposa de Samuel Malpica, promovió el amparo 961 / 2013 en el Juzgado Tercero de Distrito contra una presunta orden de aprehensión, incomunicación y privación de la libertad el pasado 4 de julio.
Lo hizo a través de su abogada, María de Lourdes Ortiz Pérez, justo cuando rendía su declaración de doce horas en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con respecto a la relación que tenía con el ex rector de la BUAP y quien fue asesinado la noche del pasado 3 de julio.
De este juicio sobresale que María Eugenia Ochoa se amparó no sólo contra la incomunicación y privación de la libertad, sino incluyó en su demanda de garantías el término “orden de aprehensión”.
Las personas que conocen de amparos saben que el juicio de garantías se pide en dos términos: El acto reclamado y el acto reclamado específico.
La abogada de María Eugenia Ochoa puso en el acto reclamado contra la Procuraduría General de Justicia la orden de aprehensión. Y en el acto reclamado específico la incomunicación y privación de la libertad.
Es necesario precisar que María Eugenia Ochoa estuvo doce horas declarando en calidad de testigo, y el agente del Ministerio Público no halló elementos para retenerla y por eso fue dejada en libertad, como hasta la fecha sigue.
Es decir, si el amparo solicitado por la abogada, María de Lourdes Ortiz Pérez, sólo hubiera contenido el reclamado específico (incomunicación y privación de la libertad) ya se hubiera sobreseído. Pero como el acto reclamado es contra una presunta orden de aprehensión, el juicio sigue abierto.
Así que en los próximos días se espera que la Procuraduría General de Justicia del Estado envíe sus informes al Juzgado Tercero de Distrito para saber si existe o no una orden de aprehensión en contra de la ex esposa del rector asesinado.
En caso que no haya tal procedimiento legal se declarará sobreseído el juicio de garantías y María Eugenia Ochoa continuará su vida con toda normalidad.
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La sucesión en la BUAP se convirtió desde el 7 de julio en el tema principal de los políticos y universitarios.
Muchas teorías se han generado con respecto a lo que ocurrirá en los siguientes días y meses en la máxima casa de estudios.
Unos apuestan a una ruptura que califican como “inevitable” entre Alfonso Esparza y Enrique Agüera.
Otros prevén que el gobernador, Rafael Moreno Valle, busque colocar al próximo rector y no descartan que sea el propio, Esparza Ortiz, ante su sobriedad en el pasado proceso electoral.
Unos más ya inventan historias de traición, porque creen que las “paredes” oyen y todo lo saben.
Hay otros que de plano ya no aguantan las ganas por iniciar la invasión morenovallista a la BUAP, con todos los riesgos políticos que eso implica.
Sin duda que la borrachera electoral aún surte sus efectos en los ganadores y perdedores del pasado 7 de julio.
La elección será hasta octubre y aún nada está dicho.
Hoy el que está al frente de la BUAP se llama Alfonso Esparza Ortiz. Él decidirá su futuro, jugará sus cartas y peleará con todo por su proyecto dentro de la institución.
Algo debe quedar claro, el 7 de julio ya pasó.
Por cierto que la lista de aspirantes cada día crece más.
Ya van siete en dicha la lista.
Mañana le cuento detalles de cada uno de ellos.
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@gomezcarlos79