Fuentes de primer nivel de la PGJ y la BUAP ya tienen claras varias pistas para resolver el caso de la desaparición de Thalía Martínez Ramírez.
Antes que otra cosa y por respeto a la familia Martínez Ramírez hay que decir que mientras no estén los resultados de las pruebas de ADN del cuerpo hallado en Atlixco, a Thalía Martínez se le considera como desaparecida.
Una vez aclarado esto, vale la pena compartir con ustedes varios puntos que investigan las autoridades para esclarecer el caso:
Primero, ¿quién reportó ante la Procuraduría General de Justicia la desaparición de Thalía Martínez?
No fueron ni los padres, ni las amigas, ni la hermana de Thalía. Fue su novio.
¿Quién es el novio?
Por el momento nos reservaremos el nombre.
Pero hay que decir que la mamá del novio trabaja en la Procuraduría General de Justicia con el cargo de comandante y curiosamente en el área encargada de investigar los secuestros.
Un dato que no hay que perder de vista es que todos los movimientos y acuerdos entre los familiares de Thalía Martínez y la PGJ eran conocidos de forma inmediata por el novio de la desaparecida.
Segundo: ¿fue un secuestro?
Por el momento no hay un solo elemento que indique que se trata de un plagio.
Ni la familia, ni la BUAP, ni la PGJ tienen algún reporte de alguna llamada para pedir un rescate.
Tercero, ¿qué paso el viernes con el cuerpo de Atlixco?
Una vez que se informó del hallazgo de un cuerpo de una mujer de entre 20 y 30 años, con aproximadamente 7 y 10 días de desaparecida, cabello lacio y con una pulsera en uno de sus brazos, se pidió a los familiares de Thalía Martínez que acudieran al SEMEFO para identificar el cuerpo.
Testimonios de personas que estuvieron esa noche en las instalaciones del SEMEFO relatan que la mamá y la hermana de Thalía dieron por cierto que era ella.
Que Thalía era la mujer encontrada en la bolsa en Atlixco y que en particular la pulsera hallada era clave.
Sin embargo, el papá de Thalía fue el primero en negarse a reconocer ese cuerpo como el de su hija.
Ante la falta de claridad y certeza de los propios familiares, la PGJ ofreció la prueba de ADN para despejar dudas y así lo aceptaron.
Sin embargo, el plazo fijado por la dependencia es de 15 días.
Trascendió que la BUAP ofreció el apoyo para realizar dicha prueba en un periodo más corto, pero no fue aceptado por la PGJ.
Cuarto, ¿quién amenaza a la hermana de Thalía?
Desde que desapareció Thalía Martínez Ramírez se han presentado constantes amenazas hacia su hermana.
La última la recibió el pasado viernes, después de que encontraron el cadáver de Atlixco.
La persona que la amenazó exigió que ya no investiguen más porque tienen vigilados a sus padres.
Ese dato ya lo tiene la PGJ y ya indaga el origen de la amenaza.
Estos datos son algunos de los elementos que tiene la PGJ para resolver el caso.
Le digo que ya tienen una pista muy definida.
También ya tienen una hipótesis.
Ojalá y el responsable o los responsables de la desaparición de Thalía Martínez Ramírez no se den a la fuga.
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