Terri Graham tiene dos hijos a los que nunca dio pecho cuando eran bebes. Siempre sintió que una parte de su vida quedó incompleta y, por lo mismo, un buen día decidió llenar ese espacio usando nada menos que a “Spider”, fino cachorro de raza pug perteneciente a su hija de 9 años.
Terri y Spider son ya un fenómeno mediático, que incluye la edición de octubre de la revista británica Closer. En el artículo, la “nodriza inter-especie” cuenta que imagina que a muchos les puede parecer algo grotesco, pero para ella es más importante la nutrición del perro y la sensación de sentirse “una mejor madre”.
“Sentir a Spider mamando de mi pecho significa que finalmente me siento completa y una mejor madre”, dijo Graham a la revista Closer.
Graham, californiana residente en Gran Bretaña, dice que el cachorro desarrolló su gusto por la sustancia en 2010, cuando se entusiasmó con una mamila que la mujer había llenado con su propia leche para alimentar a uno de sus hijos.
Un psicólogo entrevistado por la misma revista sugiere que Terri tome terapia, aunque no urgente, solo para descartar cualquier desorden mental mayor.
