Elba Esther Gordillo, cuyos refinados gustos no son una novedad (como el bolso Louis Vuitton, modelo Olympe, cuyo valor asciende a unos 45 mil pesos que recientemente presumió en la Segob) se fue contra las madres trabajadoras, acusándolas de abandonar la formación de sus hijos por salir a trabajar.
En una carta pública, la lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) escribió: “Cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar, no solo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad toda”.
De acuerdo con el diario Reforma, Elba Esther prosigue: “El abandono de la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solidarios responsables de la educación, y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de la televisión chatarra y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología, también chatarra”.
Así, la lideresa defendió la participación del Sindicato en la educación, frente a las crecientes críticas contra su liderazgo lanzadas por maestros disidentes, organizaciones civiles y empresariales y especialistas.
“Cuando la familia dejó de ser el centro de la formación de los valores, éste fue ocupado por otros sistemas de comunicación con otros objetivos.
“Ello nos remite a reflexionar lo que implica y seguirá implicando, la desvalorización que la sociedad ha experimentado en las últimas décadas y que hoy se materializa en formas diversas, dramáticas, como son los homicidios múltiples, el incremento en las adicciones, el trágico aumento del número de NiNis o el fracaso del Estado para garantizar la seguridad”, indica.
En el texto, “La formación de valores en el México del siglo 21”, la también llamada “maestra” apuntó que la institución de la familia es una de las que más se han visto afectadas.
“Junto con muchas otras, una de las instituciones que más se han deteriorado como resultado del agotamiento económico y social que el país ha vivido, está precisamente la más importante y esencial de todas, no sólo frente al reto de convivencia sino ante el ordenado recambio generacional necesario para el País: la familia”, escribió Gordillo.
Asimismo, cuestionó en qué momento los integrantes de las familias tienen tiempo para dialogar.
“¿Cuándo se socializan los problemas, las aspiraciones y aún los miedos y fracasos de quienes forman la familia? Porque estamos claros que en los pocos momentos disponibles para ello, es cuando la televisión, con su monótono e insulso ruido, avasalla con el entretenimiento”, expuso.
Gordillo considera, entonces, que es momento de repensar el sistema educativo a fin de enfrentar los retos que significa la ruptura del tejido social, y al mismo tiempo reconstruir la institución de la familia.
Para la lideresa la escuela está llamada a reconstruir el tejido social, para lo cual hay dos condiciones indispensables: que sea correctamente valorada y apoyada con recursos y que siga siendo laica.
“Sin familia no habrá comunidad y sin comunidad no habrá respeto, ni tolerancia, ni convivencia posible”, sentencia.
Elba Esther, conservadora y discriminadora
Las opiniones plasmadas por Gordillo, inmediatamente generó críticas entre especialistas, organizaciones civiles, de mujeres y feministas quienes calificaron a la lideresa de misógina, discriminadora y conservadora.
“Elba Esther tiene una actitud absolutamente misógina porque va en contra del derecho de las mujeres a incorporarse al mercado laboral y además las señala como las únicas responsables de la educación en la casa, lo cual es falso.
“La visión de Gordillo también sorprende por conservadora y discriminadora”, dijo a Reforma Malú Micher, diputada federal por el PRD y ex directora del Instituto de las Mujeres en el Distrito Federal.
Por su parte, la especialista en educación Blanca Heredia consideró que Gordillo no sólo yerra en el blanco al culpar a las mujeres sino que repite consignas misóginas y retardatorias, sin aportar ningún dato que apoye su “tesis”.
“¿Contra qué otro actor le faltará lanzarse, en lugar de asumir su responsabilidad en esos millones de vidas truncadas que ha producido y sigue produciendo nuestro precario y maltrecho sistema educativo?”, cuestionó.
Para Micher es falso que las mujeres hayan dejado de tener la responsabilidad de formar a las y los hijos, “por el contrario, se nos ha cargado muchísimo más el trabajo, ahora hablamos de multijornadas y jamás aceptaremos ser las únicas responsables”.
Recordó a Gordillo que no sólo las madres educan, también lo hacen los maestros en las escuelas.
Heredia sostuvo que si las escuelas se han convertido en guarderías juveniles, como lo reconoció Gordillo, se debe a las prácticas que realiza la cúpula magisterial.
“La educación de los hijos y las hijas no es un asunto exclusivo de las mamás, sino una responsabilidad del Estado porque la educación es un derecho, y la formación de valores se recibe en las escuelas y se retroalimenta en las casas”, dijo por su parte Claudia Cruz Santiago, directora del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia.
