El gobierno de México expresó hoy su “enérgico rechazo” a un incidente ocurrido el 3 de septiembre en la frontera con Estados Unidos, en el que murió un ciudadano mexicano.
“La información actualmente disponible señala que un ciudadano mexicano perdió la vida tras recibir un impacto de bala por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos”, indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sobre el incidente en la línea fronteriza entre Nuevo Laredo (México) y Laredo (Estados Unidos).
El texto enfatizó que el Gobierno de México “ha expresado de manera reiterada que el uso desproporcionado de la fuerza letal en el ejercicio de funciones de control migratorio es inaceptable, por lo que es fundamental tener plena claridad sobre los hechos ocurridos”.
Indicó que el consulado de México en Laredo remitió de inmediato una comunicación oficial a las autoridades estadunidenses solicitando una investigación exhaustiva “que derive, de ser el caso, en las sanciones que correspondan”.
“El gobierno de México permanecerá atento a la información y conclusiones que presenten las autoridades estadunidenses”, abundó.
La SRE informó que ha instruido al consulado en Laredo a brindar a los familiares de la víctima toda la asistencia y asesoría jurídica necesaria.
Finalmente, reiteró el compromiso del gobierno de México de trabajar con su contraparte estadunidense “a fin de prevenir y responder ante situaciones de esta naturaleza”, sin dar más detalles de lo ocurrido.
En años recientes se han registrado numerosos casos de mexicanos abatidos en la franja fronteriza por agentes estadunidenses, que suelen argumentar “legítima defensa” para explicar el uso de la fuerza letal.
El pasado 24 de julio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, condenó en un comunicado la muerte del mexicano Juan Pablo Pérez Santillán, hallado muerto el día 7 de ese mes en el puente internacional entre Matamoros (México) y Brownsville (EU).
