Fidel Herrera fue el primero que evitó que Marín cayera por el Lydiagate
Ambos tuvieron un destino común: se convirtieron en los exgobernadores más odiados por la opinión pública nacional, se volvieron símbolos de la corrupción y el abuso del poder
Ambos tuvieron un destino común: se convirtieron en los exgobernadores más odiados por la opinión pública nacional, se volvieron símbolos de la corrupción y el abuso del poder
Recientemente, Marín fue liberado del penal del Altiplano, pero el PAN mantuvo un silencio absoluto al respecto, reflejado en la falta de cobertura significativa del tema durante el reciente proceso electoral
El cambio de medida cautelar al exgobernador de Puebla se le quiso adjudicar el Poder Judicial de nuestro país, el cual enfrenta la embestida de la 4T
En 2006, cuando el escándalo del "Lydiagate" amenazaba su carrera política, Mario Marín, buscó apoyo en la oposición y en el líder de las izquierdas, López Obrador, tras ser abandonado por el PRI
En mayo de 2006, durante la campaña presidencial en México, el escándalo del "Lydiagate" estalló exponiendo corrupción y abuso de poder
En los últimos 20 años, Puebla ha sido testigo de tres eventos que han marcado su historia política: el Lydiagate, el fallecimiento de Martha Erika Alonso y posteriormente de Miguel Barbosa