Fidel Herrera fue el primero que evitó que Marín cayera por el Lydiagate
Ambos tuvieron un destino común: se convirtieron en los exgobernadores más odiados por la opinión pública nacional, se volvieron símbolos de la corrupción y el abuso del poder
Ambos tuvieron un destino común: se convirtieron en los exgobernadores más odiados por la opinión pública nacional, se volvieron símbolos de la corrupción y el abuso del poder