Hasta 2024, el PRI determinará si expulsa a Sebastián Hernández Orozco, quien fue destituido de la dirigencia priista en Puebla capital tras las denuncias que interpusieron en su contra dos de sus exparejas por presunta violencia familiar y deudor alimentario.
En entrevista con Reto diario, Juan de Dios Bravo Jiménez, delegado en funciones de dirigente municipal del PRI, informó que el proceso de destitución y expulsión está en manos del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido y este se resolverá entre febrero y marzo del próximo año, por lo tanto, él se mantiene firme en el cargo.
“No me preocupa si mañana me dan las gracias o dentro de un mes o dentro de un año, esas circunstancias se tendrán que definir allá en México, pero por lo que veo está muy entrampado el tema de Sebastián, entonces yo estoy muy tranquilo, trabajando”, reveló.
Juan de Dios Bravo afirmó que la dirigencia municipal del PRI descuidó a los militantes y no los invitaba a participar en sus actividades, pues Sebastián Hernández no tenía identificación plena con ellos y la mayoría de los liderazgos no se reunieron con él.
Explicó que el proceso de destitución o expulsión de Hernández Orozco se determinará hasta 2024 porque es un tema legal y estos no se resuelven de un día para otro, ya que el aún priista impugnó su remoción del cargo ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y este turnó el caso al CEN del PRI.
“Yo creo que se va a ir hasta el otro año, por ahí de febrero o marzo ya podrá haber una resolución”, dijo el delegado respecto al tiempo que tomará el PRI para definir la situación de Sebastián Hernández, quien además sería incluido en el padrón de deudores alimentarios.
Juan de Dios Bravo anticipó que Hernández Orozco no podrá ocupar un cargo porque la Ley 3 de 3 impide que deudores alimentarios y personas con sentencia firme por violencia política de género, familiar y sexual ocupen cargos públicos y candidaturas.