El político Sebastián Hernández Orozco se resiste a dejar la dirigencia municipal del PRI, por lo que el viernes la Comisión de Justicia Partidaria decidirá si lo destituye del cargo por las denuncias de violencia familiar que pesan en su contra.
El 15 de junio, el líder estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina solicitó al priista que se separara del cargo mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) investiga la presunta violencia familiar y la falta de pensión alimenticia, tras las denuncias que interpusieron en su contra dos de sus exparejas.
En entrevista con Reto diario, Camarillo Medina reveló que la Comisión Nacional de Justicia y Ética Partidaria del PRI ya revisó el caso y lo regresó a Puebla, por lo cual previó que el viernes 7 de julio la comisión local sesionará para tomar una decisión y determinar si Hernández Orozco es destituido.
“México ya dio visto bueno para que Puebla pueda proceder de manera que así lo consideren los integrantes de la Comisión responsable, estamos a días de saber en qué va a terminar esto, en caso de que el dirigente municipal siga desistiendo de la invitación que le hicimos de separarse del cargo”, dijo.
El dirigente estatal del PRI comentó que Sebastián Hernández Orozco se defenderá del procedimiento de destitución que le iniciaron en su partido, con el argumento de que no ha sido juzgado y los señalamientos son solo notas periodísticas.
El 7 de julio la Comisión de Justicia Partidaria definirá el futuro político de Hernández Orozco; sin embargo, solo sería destituido del cargo de presidente del PRI en el municipio de Puebla y no expulsado del partido, ya que ese es un trámite distinto y la solicitud la deberá presentar una o un militante.
Respecto a las acusaciones en su contra, en su momento Sebastián Hernández Orozco aseguró que se trata de una campaña de desprestigio por parte de dos de sus exparejas, quienes lo señalan de violentador y deudor alimentario.