La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla atraviesa una profunda reestructuración interna tras la destitución de varios fiscales investigados por presuntamente operar una red de extorsión al interior de la institución. La titular de la dependencia, Idamis Pastor Betancourt, aseguró que confió en ellos por su trayectoria profesional, pero que “la traicionaron”.
En entrevista, Pastor Betancourt reconoció que invitó a esos funcionarios a sumarse a su equipo porque los consideraba perfiles adecuados y porque habían sido sus compañeros de maestría.
“Cuando llegas a un cargo, confías en la gente… Estas personas, sí, las invité yo a colaborar conmigo. ¿Por qué? Porque fueron compañeros míos de maestría”, declaró.
Sin embargo, sostuvo que actuó de inmediato cuando surgieron señales de presuntas conductas irregulares:
“inmediatamente que tuve, ni siquiera la certeza, la mínima sospecha de que estaban haciendo algo incorrecto, pedí las renuncias”, afirmó.
Una red de señalamientos y una ola de renuncias
Las destituciones comenzaron a finales de octubre con la caída de Luis Antonio León Delgadillo, entonces titular de la Fiscalía Especializada en Delitos de Alta Incidencia (Feidai), señalado por manipulación de investigaciones para obtener beneficios económicos.
A él se sumaron después Miguel Islas, de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, y Jorge Malváez, coordinador del área. La lista se extendió a las fiscalías de Secuestro y Extorsión (Feise), Investigación Metropolitana (FIM), Investigación Regional (FIR) y Combate a la Corrupción.
Muchos de los funcionarios removidos provenían del Estado de México, donde ya acumulaban acusaciones por tortura o manejo irregular de carpetas. En Puebla, ninguno cumplió un año en el cargo.
El gobernador Alejandro Armenta respaldó la depuración interna y afirmó que la institución “se poblanizó” con los nuevos nombramientos, en referencia a la salida de servidores foráneos.
Investigan presunta extorsión a empresarios
La reestructuración se intensificó tras la difusión de un video sobre la detención del empresario restaurantero Javier Millián, diligencia que presuntamente habría sido utilizada para extorsionarlo. Sobre ese caso, Pastor Betancourt señaló que no puede dar detalles debido a la investigación en curso.
Añadió que ya existen carpetas de investigación contra los exfiscales señalados y otras más contra personal adicional:
“yo no voy a permitir actos de corrupción… dentro de la Fiscalía no voy a permitir que hagan este tipo de actos”, subrayó.
La fiscal también desmintió versiones que sugerían vínculos personales con los exservidores públicos:
“no son mis amigos y nunca tuve relación sentimental con ninguno de ellos”, puntualizó.
Nueva estructura en la FGE
El 13 de noviembre tomaron protesta los nuevos titulares:
- José Luis Hernández González, Investigación Metropolitana
- Sandra González de Yta, Investigación Regional
- Rubén Alberto Curiel Tejeda, Combate a la Corrupción
- José González Zepeda, Secuestro y Extorsión
- Fredy Erazo Juárez, Feidai
Aunque en comunicados oficiales se habló de “salidas voluntarias”, Asuntos Internos mantiene abiertas carpetas contra León Delgadillo, Miguel Ángel Islas Álvarez y Jorge Malváez Rodríguez.
“Asumí el costo”: Pastor Betancourt
La titular de la FGE reiteró que no tolerará actos de corrupción dentro de la institución. Reconoció haber asumido el costo mediático por haber designado a personas de su confianza, pero insistió en que actuó de inmediato.
“Yo no voy a permitir que hicieran actos de corrupción, fuese el costo que fuese”, señaló.
Las investigaciones internas continúan su curso. Según la fiscal, la depuración es parte del compromiso de la institución para garantizar un desempeño limpio, transparente y orientado a la legalidad.





