Una disputa por el control de las obras de ampliación de la autopista Puebla-Tlaxcala generó un violento conato de bronca entre miembros de diferentes sindicatos. Los disturbios resultaron en el cierre de la vialidad y la quema de un vehículo.
El enfrentamiento incluyó agresiones físicas y el uso de palos, con versiones de testigos que mencionan posibles disparos.
Los rijosos incendiaron una camioneta a un costado de la autopista, ya en territorio de Tlaxcala, y también prendieron fuego a materiales plásticos.
Ante la gravedad de la protesta, se movilizaron cuerpos de seguridad de los dos estados y de la Guardia Nacional.
La autopista se mantiene cerrada al tráfico en el sentido hacia Tlaxcala (desde el Periférico Ecológico) y hacia Puebla (desde la caseta de Zacatelco).