Miguel Ángel y Gerardo –de 50 y 55 años, respectivamente– jamás imaginaron que su noche terminaría entre disparos y hospitalización. Todo comenzó en el bar Mamitas Men’s Club, ubicado sobre circuito Juan Pablo II, donde ambos hombres pasaron las últimas horas del lunes.
Alrededor de las 4:45 de la mañana, salieron del establecimiento y solicitaron un servicio de Uber. El trayecto parecía transcurrir sin contratiempos hasta que, al llegar a la intersección de la 55 Poniente y la 9 Sur, en la colonia Prados Agua Azul, fueron interceptados por una motocicleta con dos sujetos a bordo, quienes, sin mediar palabra, abrieron fuego contra ellos.
Detonaciones pusieron a los vecinos en alerta
Los vecinos despertaron de la zona, sobresaltados por el estruendo de los balazos, más de diez en total, según relataron. Algunos se asomaron con temor. Otros, con reflejos de héroes anónimos, llamaron al número de emergencias 911.
Cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del municipio llegaron al sitio, encontraron la escena marcada por el caos: casquillos percutidos esparcidos sobre el asfalto, algunas manchas de sangre y el Uber abandonado. De inmediato se inició un operativo en la zona, sin que se lograra dar con el paradero de los atacantes.
Sin pistas claras: Fiscalía investiga el ataque
Pese a las heridas, las víctimas lograron llegar a un hospital por sus propios medios. Más tarde, uno de ellos, identificado como Jesús N., declaró que no tenían enemigos conocidos y que el ataque ocurrió “sin razón aparente”.
La Fiscalía General del Estado (FGE) ya investiga el caso. Peritos embalaron los indicios balísticos y se abrió una carpeta para determinar si se trató de un ataque directo, un intento de ejecución o un ajuste de cuentas.
Mientras tanto, la calle donde ocurrieron los hechos se mantuvo acordonada por algunas horas, recordando a los habitantes de Prados Agua Azul que la violencia puede irrumpir incluso tras una noche cualquiera.