Pese a que no está permitido el trabajo sexual que ofrecen mujeres en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, cada vez se aprecia que ellas ganan más terreno, extendiéndose ya casi hasta el primer cuadro de la ciudad.
Casonas que fingen ser vecindades y hoteles de paso, son los lugares que ocupan para ejercer la prostitución a la vista de todos.
Poco antes de ser aprehendida por presunto lenocinio, María de Lourdes Hernández Castillo, presidenta de la Unificación de Sexoservidoras A. C., todavía reconoció que las trabajadoras sexuales de la 4 Poniente y la plazuela Sor Juana Inés de la Cruz, ubicada en la esquina de esa avenida y la 5 Norte, forman parte de su organización.
Pero denunció que había “líderes” que fomentan esta actividad también en las calles 5 de Mayo, 2 Poniente y en la Avenida Reforma, a unos pasos del primer cuadro de la ciudad.
Además, es posible ubicarlas a lo largo de la Avenida 14 Oriente-Poniente, sobre la 5 de Mayo, 3, 5 y 7 Norte hasta la 8 Oriente-Poniente.
Anteriormente, sólo se les veía sobre la 14 Poniente, entre la 3 y 5 Norte, donde existen vecindades que fungen como hoteles de paso.
Cómo funcionan estos “hoteles”
Sobre la 18 Poniente, entre la 3 y 5 Norte, hay un edificio tipo vecindad que tiene como fachada un negocio de sanitarios públicos, pero en realidad alberga a más de 30 mujeres que ofrecen estos servicios por 130 pesos, en un lapso de 20 minutos.
El lugar cuenta con 30 cuartos pequeños. Los clientes ingresan tras pasar una cortina de tela. Del otro lado del pasillo principal, en un patio mediano, están las mujeres. Eligen a una de ellas, pasan a una “cabina” donde pagan y ahí mismo adquieren preservativos y papel higiénico. Las sexoservidoras aseguran que en esos sitios se encuentran seguras para trabajar.
No obstante, en los últimos meses se ha apreciado que cada vez abarcan más calles hacia el Centro Histórico, por lo que después de encontrar cliente, deben caminar unas calles para llegar a los “hoteles de paso”. Estas mujeres, según denuncias anónimas, llegan a sufrir extorsión o cobro de piso por seudolíderes de ambulantes, tales como “Los Moles”.
Prostitución es contra la ley
El trabajo sexual que ofrecen las mujeres en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla no está permitido en el Código Reglamentario Municipal (Coremun), sin embargo, se ha extendido en los últimos meses.
De acuerdo con cifras que reveló la misma Unificación de Sexoservidoras del Estado de Puebla, durante el primer año de la epidemia de COVID-19 se incrementó al doble el número de mujeres que se dedican a esta actividad, al pasar de 400 a 850.
El Coremun, en el apartado IV de faltas “Contra la Integridad Física y Moral de los Individuos”, establece que “se sancionará con amonestación y multa de 10 a 100 días de salario mínimo vigente en el municipio de Puebla, así como un arresto de hasta 36 horas o trabajo a favor de la comunidad a las personas que ejerzan, permitan o sean usuarios de la prostitución en lugares públicos”.
Buscaban zona de tolerancia
Todavía María de Lourdes Hernández, antes de que fuera detenida por la Fiscalía General del Estado, planteaba que sus agremiadas pudieran ejercer esta actividad en otro lugar que fuera regulado por la autoridad, es decir, en una zona de tolerancia. Sin embargo, pese a sostener un par de encuentros con autoridades gubernamentales, el proyecto quedó estancado.