Se acaba 2025 y la justicia para Cecilia Monzón sigue sin llegar y lo peor es que no se ve para cuándo paguen los autores materiales e intelectuales de su feminicidio.
Las burdas dilaciones, los retrasos deliberados, la obvia “mano negra” de jueces y, en general, la apatía institucional por cerrar el caso que en mayo de 2022 sacudió a Puebla, han impedido que la familia de la víctima obtenga por fin lo que tanto ha buscado: que los criminales reciban la más dura sentencia conforme a las leyes mexicanas. No más, pero tampoco menos.
Como expuso hace apenas unas horas en X la hermana de la abogada y activista, Helena Monzón: otros casos mediáticos con autores intelectuales con poder, ya están resueltos en menos de 3.5 años. Pero el de Cecilia no. La diferencia está en que “no fueron en Puebla” y el autor (intelectual) no es Javier López Zavala, un excandidato a gobernador, ex diputado federal, exfuncionario de Gobernación y ex diputado local.
Llevamos 3,5 años exigiendo una sentencia, cuando esto se tendría que haber resuelto hace 1 año por lo menos.
8 de 12 meses de 2025 en juicio.
Y luego van y condenan al Edo MX en la Corte IDH…Claro que hay condenas, hasta parece que es el objetivo.#JusticiaParaCeciliaMonzon
— Helena Monzón (@Helena_Monzon) December 17, 2025
Sí, se termina el año y la justicia sigue siendo solo una triste aspiración. Una espiral de decepciones, fracasos y resoluciones sin sentido por parte del Poder Judicial poblano.
Día de ver como otros casos mediáticos MX con autores intelectuales con poder, ya están resueltos. En menos de 3,5 años.
Diferencias:
-Las víctimas no son, Cecilia Monzón
-Los casos no fueron en Puebla
-Los autores no son un ex candidato a Gob, ex diputado federal, ex…— Helena Monzón (@Helena_Monzon) December 17, 2025
Sin embargo, hay un factor que no se ha valorado en su justa dimensión y que, a final de cuentas, desde el punto de vista político –pues político, además de judicial, es el caso–, terminará pesando en este juicio doloroso e interminable. Ese factor es ni más ni menos que Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres del gobierno federal.
La exsenadora y ex secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de Morena es, además, una activista y feminista de carrera, que conoce el caso Cecilia Monzón a fondo y que desde que ocurrió el crimen ha estado al tanto del mismo.
En febrero de este año, por ejemplo, publicó el siguiente post:
“En 2022 la activista Cecilia Monzón fue asesinada a mano armada en plena luz del día con 6 disparos en Puebla. La familia de Cecilia ha dado una batalla jurídica desde entonces para conseguir justicia.
”Gracias a ello y a las investigaciones de la Fiscalía de Puebla se detuvo al autor intelectual y a 2 autores materiales. Sin embargo, hace unos días, fuera de toda lógica jurídica y contradiciendo otra resolución del mismo tipo, un secretario en funciones de juez, de nombre Eliezer Melchor, ha otorgado un amparo que busca modificar la prisión preventiva imputada al agresor, aún cuando hay un alto riesgo de que evada la justicia.
”El Consejo de la Judicatura Federal debe revisar el actuar del juez sustituto Eliezer Melchor y, con todo respeto a la división de poderes, considero que las y los integrantes del poder judicial deben atender con sensibilidad y mucha responsabilidad el mandato Constitucional de garantizar justicia para las mujeres”.
En 2022 la activista Cecilia Monzón fue asesinada a mano armada en plena luz del día con 6 disparos en Puebla.
La familia de Cecilia ha dado una batalla jurídica desde entonces para conseguir justicia.
Gracias a ello y a las investigaciones de la @FiscaliaPuebla se detuvo al…
— Citlalli Hernández Mora (@CitlaHM) February 22, 2025
En mayo pasado, durante una visita a Puebla para acompañar al gobernador Alejandro Armenta Mier a un evento público, volvió a insistir en el asunto.
“El llamado al Poder Judicial, primero que sepa que respetuosamente estamos pendientes del caso, me parece que es una deuda histórica con una activista fundamental y decirles que actúen con base en la justicia y sin ninguna presión”, señaló.
Es evidente, entonces, que el caso es de altísima importancia para el Gobierno de México y que ahí, en el Gobierno de México, están pendientes del mismo.
Citlalli Hernández es funcionaria de todas las confianzas de la presidenta Claudia Sheinbaum y la mantiene informada. Ambas son mujeres. Ambas defienden las banderas de su género. A diferencia de Andrés Manuel López Obrador, que hacía como que la virgen le hablaba y volteaba para otro lado, a la jefa del Ejecutivo federal sí le importa acabar con los feminicidios en el país y que los feminicidas paguen por sus horrendos crímenes.
Hace unos días, la titular de la Secretaría de las Mujeres estuvo nuevamente en Puebla. Vino para acompañar a la presidenta en la inauguración del nuevo Hospital “Carmen Serdán Alatriste” –antes “San Alejandro”– del IMSS. Estuvo en el presídium, pero no se pronunció sobre el tema, ni hubo oportunidad de entrevistarla sobre este u otro asunto.
Se sabe, sin embargo, que no solo está en contacto permanente con la familia de Cecilia Monzón, sino que también, en efecto, muy pendiente del desarrollo del juicio, de este juicio doloroso e interminable, plagado de situaciones y mensajes muy preocupantes.
La mano de Citlalli Hernández es y será fundamental en el desenlace –cuando ocurra– del caso.
No vaya a ser la de malas y al Poder Judicial local se le ocurra exonerar y sacar de la cárcel a Javier López Zavala en los días de diciembre en que los poblanos y las poblanas andan menos atentos a los asuntos de interés público y más ocupados en asuntos familiares y en las festividades navideñas.
A nadie se le olvida, por ejemplo, que fue precisamente un diciembre, día 20, solo que de 2005, cuando Mario Marín Torres mandó a Cancún a un comando de policías judiciales a detener a la periodista Lydia Cacho para trasladarla a Puebla y encarcelarla en San Miguel, para hacer “un favor” a su amigo el empresario libanés Kamel Nacif, el de las “dos botellas de coñac”, el mismo de la inolvidable frase aquella de “¿Qué pasó mi góber precioso?”.
Hecho que, como se sabe, desató el mayor escándalo político que, a la fecha, se recuerde en el estado y que incluso cambió la historia política de Puebla.
Aunque ese, ese es otro tema…




