Si hay alguien cercana al empleado de El Yunque Eduardo Rivera Pérez, esa es Celia Bonaga Ruíz.
Tan cercana es que durante mucho tiempo fue su secretaria particular, una colaboradora de todas sus confianzas, y tan leal y obediente, que cuando el exalcalde de Puebla todavía mandaba en el Comité Directivo Estatal del PAN, la premió con una diputación plurinominal.
Toda la clase política sabe, por eso, que lo que ella dice o hace tiene como origen, sin asomo de dudas, a Eduardo Rivera.
La referencia viene a cuento por lo sucedido el pasado sábado en la sesión en la cual el gobernador Alejandro Armenta Mier acudió a la sede del Congreso del estado para presentar su primer informe de labores.
Y es que ahí, a diferencia de los posicionamientos cómodos o neutrales de los representantes de los diversos partidos representados en la Cámara, el de la diputada Celia Bonaga, a nombre del Grupo Parlamentario del PAN, llamó la atención porque desentonó en medio de ese torneo de elogios o lugares comunes.
Fue, de hecho, una voz disonante, la única, que en el contexto de lo que hoy se vive en la política en Puebla, no solo se escuchó duro y crítico, sino que incluyó un marcado aire de reto –o desafío– al titular del Poder Ejecutivo.
Bonaga dijo, desde la más alta tribuna del estado, que la inseguridad es el talón de Aquiles del gobierno.
Recordó que 2025 “amanecimos con cuerpos abandonados y narcomensajes en calles de la ciudad de Puebla”, lo que, destacó, exhibe la distancia entre los datos presentados en los informes y la experiencia cotidiana de las personas.
Asimismo, afirmó que “ningún informe puede maquillar la violencia que se observa” en el estado.
“Los poblanos vivimos otra realidad”, reprochó con firmeza.
“Cada 24 horas cinco personas desaparecen y de enero a mayo 975 mujeres estuvieron desaparecidas”, subrayó.
Y, en ese sentido, hizo un llamado al Gobierno estatal a reconocer la gravedad del problema y a replantear su estrategia de seguridad.
Si bien Bonaga aceptó que Alejandro Armenta es gobernador gracias al voto ciudadano, recordó que el PAN registró más de un millón votos en las elecciones de 2024 para la gubernatura, cuando precisamente el candidato fue… su jefe ¡Eduardo Rivera Pérez!
Luego de contradecir las cifras oficiales en materia de salud, Bonaga indicó que en sus declaraciones públicas, el gobernador habla de combatir la corrupción, pero “los hechos muestran lo contrario”.
“La corrupción no siempre aparece en contratos o moches, a veces se esconde detrás de presiones disfrazadas de justicia social”, estableció, para a continuación cuestionar, justamente, la sombra de corrupción que se cierne sobre la Fiscalía General del Estado (FGE).
“La justicia no puede quedar en manos de la sospecha, debe estar en manos de la transparencia y la integridad institucional”, remarcó.
Quizá la parte más interesante del discurso fue cuando Eduardo Rivera, es decir, la diputada Celia Bonaga destacó que un tema que preocupa son las campañas adelantadas con espectaculares “por toda la ciudad” (en obvia referencia a los anuncios que desde hace semanas hay de quienes podrían estar aspirando a la candidatura de Morena a la alcaldía capitalina en 2027: José Luis García Parra y Laura Artemisa García Chávez, coordinador de Gabinete y secretaria de Bienestar del gobierno estatal, respectivamente).
“¿Ya empezó la sucesión con cargo al erario?”, lanzó de plano frente a Alejandro Armenta, presente en el pleno del edificio legislativo.
Un momento cumbre del posicionamiento de la bancada del PAN –que no de la dirigencia estatal del PAN que encabeza Mario Riestra– fue cuando Bonaga dijo que “esperamos que cumpla su palabra” y “que los órganos de fiscalización no se conviertan en garrotes políticos”.
“No somos sus enemigos”, le mandó a decir el ex edil capitalino, cuyas cuentas públicas, precisamente, siguen sin ser aprobadas porque arrastran millonarias irregularidades.
Añadió Bonaga:
“Gobernador, la crítica honesta ayuda más que el aplauso fácil, le hablo con respeto pero también con firmeza, en Acción Nacional creemos que la crítica construye, que la transparencia fortalece y que Puebla exige un gobierno serio, cercano y eficiente, queremos que a usted le vaya bien, porque si a usted y a su gobierno les va bien, le irá bien a Puebla.
”Merecemos un gobierno que escuche, no que persiga críticas, desde esta soberanía el Grupo Legislativo del PAN le extiende la mano para construir, pero no para callar, nuestro deber es señalar lo que falla, exigir lo que falta y defender lo que importa, que prevalezca la democracia, el diálogo, el respeto a la ley, a la crítica, teniendo en todo momento altura de miras para trabajar por Puebla, es cuanto” (sic).
El posicionamiento de Eduardo Rivera no es sino, en sentido estricto, un obvio desafío al gobernador Alejandro Armenta, y un discurso lleno de mensajes con ese mismo claro destinatario.
El mandatario seguramente ya tomó nota de la postura de El Yunque, con el cual hasta este fin de semana existía algo muy parecido a una tregua.




