El 19 de septiembre del 2017 un fuerte sismo ocurrió a las 13:40 en la zona centro de México y Puebla fue uno de los estados más afectados. Ese día, médicos y enfermeras desalojaron San Alejandro, dicen que se escucharon estruendos constantes y que estuvieron seguros de que el edifico se iba a derrumbar.
Los pacientes de urgencias fueron colocados en la parada del RUTA y ahí permanecieron. Nadie imaginó que ese día el desalojo iba a ser para siempre, no pudieron volver, pronto se dictaminó que el edifico estaba colapsado.
El 25 de septiembre, cientos de trabajadores y pacientes se citaron afuera del hospital y con un mariachi entonaron Las Golondrinas. No era para menos, San Alejandro fue, durante los 40 años que estuvo activo, el hospital más importante de Puebla. Es más, el 60% de los poblanos nacieron ahí.
El Gobierno federal, que en ese entonces encabezaba Enrique Peña Nieto, pareció tener una solución inmediata. En noviembre ya era un hecho que el edificio CIMA, en la zona de Angelópolis, sustituiría al nosocomio.
El negocio era perfecto porque el edificio, que albergaría un hospital privado, nunca se terminó. El problema es que había más de 300 socios y un problema legal con la propiedad de la tierra.
Fue el presidente Andrés Manuel López Obrador el que, meses después, destapó la cloaca de lo que llamó un negocio ventajoso que iba a beneficiar a unos cuantos.
Esto entrampó todo, se detuvo prácticamente el proceso para investigar qué pasaba con la compra de CIMA. Era imposible edificar ahí nada, el edificio estaba también colapsado.
Hasta febrero de 2020, el Gobierno decidió que el Ejército demolería San Alejandro para construir ahí un nuevo edificio, el que se inaugurará este 10 de diciembre y que no cubre ni la mitad de capacidad que tenía el San Alejandro original.
Será a las 11:00 de la mañana cuando la presidenta Claudia Sheinbaum arribe para la inauguración del nosocomio, que desde hace unas semanas opera a menos de la mitad de su capacidad.
La presidenta será acompañada por el gobernador Alejandro Armenta, quien el sábado rendirá su Primer Informe y, aunque no fue una obra estatal ni de su gestión, no podrá dejar de presumir el hospital porque es de primera necesidad para los poblanos.}
No obstante, la inauguración del hospital es insuficiente. Para poder resarcir el daño, las pérdidas, será necesario esperar a que se inaugure el hospital en Amozoc, que ya fue bautizado como “San Alejandro 2”, y para eso falta aún mucho.
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Aprovecho para felicitar a mi compañera periodista Mónica Ventosa por su nombramiento como presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas y Escritoras de Puebla, A. C., AMPEP.
Es una profesional con 27 años de trayectoria en medios de comunicación. Presentó una propuesta inclusiva y de actualización. Que así sea.
Mis mejores deseos.

