El caso del feminicidio de Cecilia Monzón se entrampa un día sí y otro también por las prácticas dilatorias de la defensa de su presunto feminicida, Javier López Zavala, implementa para evitar la sentencia del político priista por dos casos: violencia familiar y como el autor intelectual del crimen.
Cuando no se enferman los abogados, deciden cambiarse o de plano ausentarse de las audiencias.
Ayer, 1 de diciembre, precisamente el Poder Judicial de la Federación le concedió una suspensión definitiva para que no proceda la lectura de la denuncia íntegra de Cecilia Monzón por violencia familiar.
‼️🚨COMUNICADO 1.12.25
Seguimos, porque no tenemos otro remedio.
En memoria de Cecilia y con las MUJERES de MX muy presentes, en cada paso que demos.#JusticiaParaCeciliaMonzon🌻!!! pic.twitter.com/i5z9woWXAt
— Helena Monzón (@Helena_Monzon) December 1, 2025
Así, el caso vuelve a detenerse a unos días de que los juzgados se detengan por vacaciones decembrinas. Es muy probable que su hermana Helena Monzón y su familia, entre ellos el hijo de la víctima, continúen con el calvario de buscar justicia en el 2026.
¡Terrible!
Y justo cuando el proceso legal se encuentra entrampado, sale la abogada Marisol Montes Baro, casi tres años después del crimen, a declarar que ella cree que Javier López Zavala es inocente.
Así, en una amplia declaración al periódico La Jornada de Oriente, la abogada decide poner en duda el proceso judicial e intentar tirar por la borda las declaraciones y la lucha de la familia, porque pues ella fue “su mejor amiga” y conocía la dinámica de pareja y no sé qué.
La abogada, quien llevó el primer caso de feminicidio en Puebla, el de Karla López Albert, no presenta más pruebas que su dicho.
“Éramos como hermanas. Convivimos durante años. Yo sé lo que viví con ella (…) nunca hubo violencia de parte del licenciado Zavala (…) él cumplía con sus obligaciones como padre”, le dijo a este medio.
Aseguró que la querían obligar a declarar contra el excandidato del PRI a la gubernatura. No solo eso, que había otros políticos cholultecas que la amenazaron.
Lo que nunca hizo Marisol Montes Baro, quien hoy justifica sus declaraciones diciendo que lo que ella quiere es verdadera justicia para su amiga, es ayudar en la causa para encontrar al culpable o señalar de alguna forma a quienes, según ella la habían amenazado.
Lo que busca, ella misma lo dice, es limpiar su nombre luego de que los medios publicaron que se había negado a testificar en el caso.
Yo no sé, porque no leí ni uno, los argumentos que Marisol Montes Baro tenga para afirmar algo tan grave como que Zavala es inocente. Choca que suceda a casi tres años del caso.
Ahora, en el feminicidio está implicado el sobrino de Zavala, Jair, como autor material del crimen. Los asesinos usaron además la camioneta del asistente de Zavala, Santi Bárcena para huir.
Qué casualidad, ¿no?
Queda.



