Al interior del Partido Acción Nacional ya es evidente que se vive una división interna, en donde aplican la máxima del morenovallismo, los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
El grupo yunquista encontró apoyo y acomodo con el exgobernador Sergio Salomon Céspedes, con quien se aliaron desde la pasada campaña en Puebla capital para hacer perder a Mario Riestra y permitir el triunfo del entonces candidato de Morena a la alcaldía, Pepe Chedraui.
La cabeza política de este grupo, el ex edil capitalino Eduardo Rivera Pérez, ha perdido fuerza al interior del albiazul ante el actual presidente, Riestra, pero ha consolidado una serie de alianzas fuera muy sólidas.
La reciente presencia de Rivera Pérez y de sus aliados yunquistas en el informe del senador de Movimiento Ciudadano Néstor Camarillo es clara muestra de cómo Lalo comienza a tejer en varios frentes, mientras pretende cercar a Riestra Piña, el cual ante esto pareciera tender lazos con la actual administración que encabeza Alejandro Armenta, el cual ya advirtió los movimientos del Yunque poblano que además ha tomado un tono beligerante ante su administración, tal y como ocurrió en el Congreso con Rafa Micalco, que solicitó la comparecencia del secretario de Seguridad, el viceAlmirante Francisco Sánchez, luego del asesinato de tres policías en Huixcolotla a manos del Operativo Barredora.
Eduardo Rivera Pérez ha comenzado a coquetear con Movimiento Ciudadano, pero sin dejar de tener una buena relación con el exgobernador Sergio Salomón Céspedes, pero mejor aún con su sucesor Pepe Chedraui. La mejor muestra es el tremendo desgaste en el que metieron a la dirigencia del albiazul en el proceso de selección de la nueva dirigencia en Puebla capital, en donde apoyaron a Lupita Leal en todo el proceso hasta la judicialización del caso y la resolución a favor de la adversaria de Manolo Herrera.
Los golpes mediáticos en contra de la dirigencia panista también tienen nombre y apellido. Lalo ahora sí se ha visto pragmático y ha puesto en marcha la máxima política de Rafael, la cual es muy cierta: los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
Pero, por si fuera poco y para sorpresa de muchos, un reciente estudio de opinión que circula por ahí posiciona a Rivera Pérez como el personaje con los mejores números en conocimiento e intención de voto para ser el candidato del albiazul en el 2027.
Nos guste o no, Rivera Pérez sería hoy la mejor carta del panismo para tratar de recuperar la alcaldía de Puebla, pese a que también tiene un buen número de negativos.
Esto finalmente también ha obligado al presidente estatal del PAN, Mario Riestra, y principal adversario político de Lalo, a asumir una postura conciliadora con el gobernador Armenta, envidándole guiños para evitar que Eduardo pueda tener un aliado más.
De hecho, aunque no hay una relación de cercanía entre el gobernador Armenta y Riestra, tampoco hay guerra, digamos que ambos cohabitan con desconfianzas mutuas, pero también advierten la red de relaciones con grupos diferentes al dominante en Puebla, que ha tejido Lalo Rivera, quien carga como lastre a personajes como el ex alcalde sustituto Adán Domínguez, a quien quiere y cuida como lo que es, su hijo y hechura política.
Sin embargo, no hay que perder de vista que a toda acción corresponde una reacción y el revire de Mario Riestra se va a dar de acuerdo a lo que marcan las leyes de Newton.




