Como en pocos lugares en el país, la perversa relación entre política y religión se ha manifestado de forma tan evidente como en el municipio poblano de Amozoc, una población dominada política, económica e ideológicamente por la secta La Luz del Mundo, fundada por Naasón Joaquín García, pederasta confeso –capaz de los peores horrores– y condenado en Estados Unidos.
Desde 2018 a la fecha, La Luz del Mundo mantiene el control de Amozoc de la mano de la familia De la Rosa, que ha manejado la Presidencia Municipal.
Primero Mario, en dos periodos (2018-2021 y 2021-2024), y actualmente su hermano Severiano (2024-2027), ambos abanderados, sí, por el partido Morena.
Desde entonces, Amozoc no solo sufre de ingobernabilidad y atraso social, también es tierra fértil para la delincuencia organizada, que lo mismo recluta a sus jóvenes para sumarlos a “la maña” que secuestra, trafica con mujeres, comercia con huachicol e inunda de drogas barrios y colonias.
Todo “en nombre de Dios”, un dios que no es otro que el citado Naasón Joaquín García, el jefe de la mafia que continuó y agudizó la saga criminal iniciada por su abuelo y su padre, y que durante décadas incurrió en graves casos de abuso, incluidas violaciones a niñas, grabación de videos sexuales y la explotación laboral a un grupo de muchachas que eran consideradas “doncellas” al servicio exclusivo del líder.
Bajo ese manto protector ha crecido el imperio de La Luz del Mundo en Amozoc, del que son fieles custodios los De la Rosa, quienes son autoridad política al tiempo que pastores religiosos.
La simbiosis es tal que en Amozoc existe una colonia llamada precisamente “Naasón Joaquín García”, que consta de 13 hectáreas e incluye edificios y locales comerciales, un Ecosantuario –el famoso águila templo que todos ven al circular por la autopista a Veracruz–, una zona deportiva, un centro recreativo, una escuela, un albergue y una explanada para más de 30 mil fieles de la secta, víctimas de su propio fanatismo.
En Amozoc, La Luz del Mundo ha manejado como ha querido el gobierno municipal, el cual suele priorizar las necesidades de la secta sobre las de la comunidad en general, pues ello les redunda en grandes beneficios económicos.
Hoy, Amozoc vive la que quizá es su peor crisis de inseguridad, una auténtica pesadilla de la que pocos logran salvarse.
Desde julio de 2024 se han reportado al menos 25 casos de personas desaparecidas en la región.
La autopista Puebla-Orizaba, que pasa por Amozoc, ha sido escenario de varios asaltos violentos, incluyendo uno que dejó dos muertos y un herido en agosto de 2025.
Los vecinos de Chachapa, una zona industrial de Amozoc, denuncian constantes robos, balaceras y atracos que han llevado incluso a que el transporte público deje de circular.
Recientemente desaparecieron 11 jóvenes que, en busca de empleo, fueron reclutados por la delincuencia organizada, y el secretario de Seguridad Ciudadana, un militar llamado José Luis Corrales Serrano, fue gravemente herido de bala mientras se realizaba un operativo.
Apenas el pasado 11 de septiembre, apareció una narcomanta atada en un puente peatonal. De acuerdo con los reportes, el mensaje colocado en una estructura ubicada a la altura de Chachapa, fue entre grupos criminales y con amenazas para quienes se dedican a robar y vender drogas en “la plaza”.
La situación es tan grave que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza Omar García Harfuch, ya colocó a Amozoc entre los municipios “foco rojo” del país.
Sin embargo, los fuertes intereses políticos detrás de La Luz del Mundo han hecho difícil, si no es que imposible, modificar el statu quo de la zona.
En el fondo, La Luz del Mundo es una poderosa fuerza electoral a las órdenes de Morena; son miles y miles de votos que se mueven no solo en Puebla, sino de forma itinerante en diversos estados del país.
Actualmente, La Luz del Mundo cuenta con un senador de la República (Rogelio Israel Zamora Guzmán) y tres diputados federales (Emmanuel Reyes Carmona, Hamlet García Almaguer y Favio Castellanos Polanco, este último con licencia), además de tres juezas de distrito que ganaron sus plazas en los comicios judiciales del pasado uno de junio.
Por si fuera poco, la secta ya logró el registro oficial de su propia Agrupación Política Nacional llamada Humanismo Mexicano, que opera como una entidad sumada a los fines de la cuarta transformación, pues está encabezada, sí, por políticos militantes de Morena.
La Luz del Mundo y los caciques De la Rosa son, por esas y muchas razones más, intocables por el poder político.
Y no importa que Amozoc, un punto estratégico en más de un sentido entre la Ciudad de México, Puebla y Veracruz, se siga hundiendo en la miseria y la delincuencia… “en nombre de Dios”.