Alberth Betanzo Velázquez es un joven originario de Acatlán de Osorio, Puebla, y permanece en estado vegetativo desde el 20 de agosto de 2022.
Ese día fue atropellado en Queens, Nueva York.
En la esquina de una calle esperaba un Uber, en compañía de dos de sus primos, cuando fueron embestidos por un vehículo de color rojo conducido a alta velocidad por su sujeto en estado de ebriedad.
Alberth fue trasladado a un hospital, donde estuvo en coma durante varias semanas.
Actualmente su diagnóstico es de daño cerebral irreversible.
Vive conectado a un respirador artificial y a la fecha suma más de 20 cirugías, pues sufrió innumerables fracturas pélvicas.
La familia de Alberth carece de recursos económicos; el culpable, quien goza de libertad tras el pago de una fianza de 5 mil dólares, se ha negado a indemnizarlos.
El proceso judicial en la Unión Americana sigue estancado. Para los migrantes no suele haber justicia.
Lo peor es que a pesar de su condición, Alberth corre el riesgo de ser expulsado del país debido a las agresivas políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump.
Margarita Rosa Velázquez Camarillo, la madre del joven poblano, obtuvo permisos migratorios temporales para permanecer en el país y brindarle los cuidados necesarios.
Pero ese amparo legal expira el próximo 15 de junio.
Así que el dilema es: trasladarlo de vuelta a México antes de esa fecha límite, con los riesgos que ello implica pues depende de un respirador artificial, o exponerse a la deportación forzada.
Como han reportado ya algunos medios internacionales, el retorno de Alberth no puede realizarse en un vuelo comercial.
Su frágil estado requiere una ambulancia aérea equipada con personal médico y tecnología especializada.
El costo estimado del traslado suma unos 85 mil dólares, es decir, más de 1.6 millones de pesos: una suma sencillamente inalcanzable.
Acatlán de Osorio, en el corazón de la Mixteca de Puebla, luce, está, muy, muy lejos.
La plataforma GoFundMe ha lanzado una campaña social para recaudar fondos y apoyar a Alberth.
Sin embargo, poco se ha juntado.
El joven está al borde de la muerte y aún peor: a punto de ser expulsado de Estados Unidos.
Se sabe que su familia se ha puesto en contacto con la Embajada de México, pero no hay avances.
La familia ha organizado rifas y sorteos en Puebla a fin de obtener dinero.
Ahora prepara un evento –que se pretende masivo– en Nueva York, con la esperanza de juntar los 85 mil dólares que se necesitan para el traslado.
Hasta el cierre de esta entrega, se desconocía si el Gobierno del estado de Puebla, a través del Instituto Poblano de Atención al Migrante (IPAM) –que encabeza David Espinoza Rodríguez–, se ha puesto en contacto con la familia de Alberth para ofrecer alguna clase de apoyo.
Tampoco se sabe de alguna gestión por parte del Instituto Nacional de Migración, que dirige el exgobernador de Puebla Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Como bien señala Infobae, “el caso de Alberth no es un hecho aislado. Diversas organizaciones han advertido sobre un aumento en los procesos de expulsión de mexicanos en situación migratoria irregular, incluso en casos humanitarios como este.
”La situación de Betanzo pone en evidencia las limitaciones del sistema migratorio y judicial estadounidense para ofrecer soluciones a personas migrantes en condición de vulnerabilidad extrema.
”La historia de esta familia mexicana ilustra las brechas de apoyo para migrantes en Estados Unidos que enfrentan tragedias sin respaldo legal ni económico. Mientras la repatriación se organiza, la urgencia no disminuye: cada donación, cada mensaje que difunda su caso, puede marcar la diferencia entre la vida y el abandono”.