Tilapa es otra demarcación en la que, en breve, podría caer el actual Ayuntamiento, encabezado por el edil Juan José Flores de la Torre, y ser sustituido por un Concejo Municipal, puesto que seis regidores y tres funcionarios del gobierno local estarían ya bajo la mira de la Auditoría Superior del Estado (ASE) y la Fiscalía General del Estado (FGE), por presuntos ilícitos de abuso de autoridad y usurpación de funciones que se habrían cometido en esa alcaldía.
El fin de semana el gobierno municipal entró en crisis al haber sido destituido por el Cabildo el titular de la Tesorería del Ayuntamiento, Salvador Pérez Caleco, a quien acusaron de haber generado un quebranto por 1.5 millones de pesos.
Y al mismo tiempo, el contralor municipal, Andrés Domínguez López, presentó su renuncia. Es decir, se fueron dos de los funcionarios que en todo ayuntamiento son “la columna vertebral”.
Lo interesante del caso es que si se profundiza acerca de lo que está pasando en Tilapa, la verdad de las cosas es que el extesorero y el excontrolar, en realidad, serían las victimas de los atropellos y quienes aparecerían como los posibles autores de una larga serie de anomalías financieras, son la mayoría de los miembros del Cabildo.
No hace mucho hubo un hecho inaudito: Salvador Pérez Caleco, todavía en su calidad de titular de la Tesorería, habría sido objeto de un “secuestro exprés” en una oficina del propio Ayuntamiento.
Se cuenta que lo encerraron en las instalaciones municipales y no le dejaron salir hasta que habría firmado un pagaré en blanco, como un intento de ciertos actores de la alcaldía de querer ocultar anomalías financieras del gobierno local.
Tilapa es uno de los 10 municipios en el estado que es gobernado por un alcalde emanado del partido Pacto Social de Integración (PSI), que dirige Nadia Navarro.
Está tan mal dicho ayuntamiento que ni siquiera cumple lo más básico y sencillo: que es tener una página de Internet. Si se entra a la dirección oficial se encuentra la leyenda: “Nuestro sitio web se encuentra temporalmente fuera de servicio debido a trabajos de mantenimiento preventivo”.
El de Tilapa ha sido un ayuntamiento con un alto grado de inestabilidad, pues en diciembre pasado, cuando la gestión de este municipio no tenía ni dos meses de duración, fue ejecutado Israel Vielma Herrera, quien era el comandante de la policía de este lugar de la Mixteca poblana.
El jefe de Seguridad Pública iba rumbo a la vecina comunidad Atzala, que es donde habitaba su familia y fue emboscado. Hasta ahora no se ha esclarecido el asesinato.
El presidente municipal, Juan José Flores de la Torre, ha tenido que lidiar con tres graves problemas:
Primero: se dice que varios de los regidores han tomado una actitud de autorizar en sesiones de Cabildo facturas de gastos específicos, pero a la hora que se ejecuta la aplicación del dinero, los fondos se han utilizado en otros menesteres. Sin importarles que hay documentos oficiales que demostrarían el mal uso del presupuesto.
Cuando les han reclamado por ese comportamiento, han procedido a destituir a los funcionarios que los han querido corregir.
Fuentes bien informadas del municipio aseguran que esa es la fuente del conflicto que provocó la reciente suspensión del tesorero.
Al parecer, creen que si colocan a funcionarios incondicionales se resuelven los problemas, cuando eso no es así, porque la ASE ya lleva a una revisión permanente de cómo se ejerce el gasto en cada administración municipal.
Segundo: hay una serie de funcionarios del Ayuntamiento que ya laboraron en otros gobiernos locales y dejaron muy malos antecedentes. Tal sería el caso de Rubén Vázquez, quien es el secretario general de la Comuna, y en el trienio pasado generó muchos conflictos jurídicos en el gobierno de Chietla.
Otro caso es el de Ignacio Navarrete, quien es el director de Obra Pública, de quien cuentan los pobladores que cuando fue funcionario del Ayuntamiento de Acteopan, en una ocasión, enfrentó un reclamo violento de pobladores por malos resultados en su desempeño.
Tercero: se dice que los miembros de la Policía Municipal no estarían al corriente con la documentación que ahora se les exige para poder fungir como agentes de seguridad pública.
El edil Flores de la Torre debería verse “en el espejo” de autoridades de Acatlán de Osorio y de Piaxtla que, en el pasado reciente, enfrentaron problemas legales por no tener actualizados los lineamientos que deben cumplir los miembros de la policía.
Los miembros del Cabildo que podrían estar bajo la mira de la ASE son los siguientes, de acuerdo con lo que narran pobladores de Tilapa: Heriberto Morales Betancourt, regidor de Gobernación; Iris Ponce Acevedo, regidora de Hacienda; Belén Espinal Escamilla, regidora de Salubridad; Paloma Marín Vaquero, regidora de Educación; Carlos Alberto Santos, regidor de Ecología, y Pedro Ángel Salas González, regidor de Obras.
Estos personajes podrán decir que es mentira todo lo que se menciona en esta columna, pero corresponderá a la ASE y la FGE deslindar responsabilidades.
A la oposición solo le alcanzó la energía para 7 mensajes
Las 50 o 100 personas que, este domingo, participaron con el estandarte de la virgen de Guadalupe al frente en una marcha contra la elección judicial acabaron reflejando una verdad de peso: los partidos de oposición en Puebla están desdibujados, sin capacidad de convocatoria y sin la más mínima idea de no saber cómo van a recuperar los miles de electores que los han abandonado.
Los dirigentes del PRI y del PAN en el estado de Puebla redujeron todo su activismo en contra de la elección del Poder Judicial de la Federación a solo siete mensajes de X.
Sí, eso es lo único que pudieron hacer: escribir un poco más de media docena de veces en redes sociales. Fuera de eso, no tuvieron el ingenio, la capacidad, la iniciativa, el coraje, el empuje, la osadía, de hacer algo más.
Mario Riestra Piña, el presidente estatal del PAN, escribió tres veces.
La secretaria general del partido de la derecha, Genoveva Huerta Villegas, dos veces.
El senador Néstor Camarillo, quien actualmente es presidente estatal del PRI, solamente redactó una vez.
Y Delfina Pozos, la secretaria general del tricolor y diputada local, únicamente emitió un mensaje.
Tal vez este columnista se equivoque en el conteo de los mensajes en X, pero lo cierto es que el PRI y el PAN quedaron borrados de la elección judicial.
No tuvieron la capacidad de mover a nadie en la marcha que salió a protestar este domingo al zócalo de la capital, que acabó siendo una movilización que deba lástima, ya que había más niños correteando globos en la principal plaza pública del estado que inconformes con los comicios.
Es tan grave su situación que nadie voltea a ver a los dirigentes del Prian para obtener una valoración del reciente proceso electoral.
Las críticas, los cuestionamientos, los debates están en las redes sociales, por actores ajenos a los partidos políticos de la oposición.
Incluso, muchos cuestionamientos son generados, en mucho, por actores que antes eran de la 4T y acabaron alejados de esta expresión política.
No cabe duda de que el PRI y el PAN, por separado –porque ya están distanciados ambos partidos–, se han convertido en cuerpos cuadripléjicos que ya no tienen capacidad de mover conciencias, ni de sus más leales militantes.