¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que vota o votará en una jornada electoral por el menos malo para alcalde o presidenta municipal?
Los antecedentes en Puebla dan la razón a quienes así lo manifiestan. Entre 2021 y lo que va de 2025 ya detuvieron a 12 alcaldes por distintos delitos.
Si a ese dato le añadimos casos de exediles asegurados, entre 2019 y lo que va de 2025 hay 30 alcaldes y expresidentes aprehendidos en la entidad.
¿Cuántas o cuántos más deben ser parte de las estadísticas? Debiera haber más en la lista, desafortunadamente estamos en un país donde predomina la impunidad.
Este siete de marzo inundaron las publicaciones en redes sociales y medios de comunicación las detenciones de dos alcaldes: Uruviel y Giovanni González Vieyra, por Ciudad Serdán y Tlachichuca, emanados del partido Movimiento Ciudadano.
¿Cuántas veces sabemos de alcaldes acusados de cometer daño patrimonial? Para no llamarlo robo o desvío de recursos públicos.
Muchísimas son las ocasiones que desde la Auditoría Superior del Estado hay reportes de inhabilitaciones de exediles.
¿Luego qué pasa? Que son exonerados por gobiernos en turno para que se vuelvan operadores para conseguir votos en sus municipios.
Lo vimos en sexenios pasados, que desde el Periódico Oficial publicaron los nombres de exediles indultados, con el argumento que después de muchos años justificaron el mal manejo de los recursos públicos.
¿Cuántos cientos de millones de pesos no se recuperaron? La cifra es incalculable. Desgraciadamente no hay justicia para castigar a quienes robaron desde los ayuntamientos.
Lo más común es ver caer a ediles o exalcaldes acusados de homicidio o secuestro, y otros delitos, pero no por desvío de recursos.
Hay otros casos de ediles que se vuelven caciques como los Vieyra que gobiernan municipios de la región Serdán desde hace 26 años.
La lista es tan amplia que la dejaremos para otra ocasión.