Pase lo que pase el próximo 15 de diciembre, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández heredará un verdadero cochinero a su sucesor.
Y es que este martes ha trascendido que el INE observó a la todavía dirigente estatal del PAN mal manejo de los recursos del blanquiazul por la escandalosa cantidad de 58 millones de pesos.
Así se registra en el oficio Núm. INE/UTF/DA/47952/2024, dirigido al responsable de Finanzas del Comité Directivo Estatal, José de Jesús Guillermo Cortés Rojas.
La Unidad Técnica de Fiscalización del INE le hizo observaciones, que por necesidad derivarán en una millonaria multa al PAN, adicional a las que ya se ha hecho acreedor.
Se trata, en esencia, de un hoyo financiero -otro- azul.
Dichas observaciones son las siguientes:
35 millones 101 pesos por facturas que no fueron reportadas en el Sistema Integral de Fiscalización (SIF).
9 millones 607 pesos por no registrar a tiempo gastos realizados.
3 millones de pesos por no presentar documentación que compruebe el gasto por concepto de mantenimiento de inmueble.
4 millones 270 mil pesos por no presentar informe de mejoras de edificio realizadas por la empresa “CERRO ESTRELLA CONSTRUCCIONES S.A. DE C.V.”
4 millones 557 mil pesos por gastos no comprobados de deudores diversos.
1 millón 898 mil pesos por falta de pago de impuestos.
Pero eso no es todo.
La Unidad Técnica de Fiscalización del INE ha hecho observaciones severas al PAN Puebla por emitir comprobantes de aportaciones económicas de Eduardo Rivera Pérez, Mónica Rodriguez Della Vecchia, Nancy Jiménez Morales y Ana María Jiménez Ortiz, mismas que no se encuentran registradas en las cuentas bancarias del partido.
Es decir, desapareció literalmente el dinero que estos panistas -entre ellos el ex alcalde capitalino- entregaron -o supuestamente entregaron- al partido.
No parece un escándalo: lo es.
Que nadie se extrañe si alguien termina en la cárcel.
Son recursos públicos que llegan al partido vía el pago de impuestos de los ciudadanos.
Basta que cualquiera presente una denuncia para que se proceda conforme a la ley.
Reitero: sin importar lo que suceda el próximo 15 de diciembre en la asamblea del Consejo Estatal del PAN, del que surgirá el nuevo dirigente, este heredará un partido roto, quebrado, saqueado.
Al estilo de Eduardo Rivera y sus secuaces, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández derrochó, dilapidó, muy posiblemente malversó el dinero de las prerrogativas, y en su momento deberá asumir las consecuencias legales de este verdadero cochinero.
Diría el clásico: “¡Qué asquerosidad es esto, eh!”.