Como una bola de nieve, no deja de crecer la evidencia sobre la existencia y operación continuada -y consolidada- de un Cártel Inmobiliario en su versión Puebla.
Un Cártel Inmobiliario que no le pide nada al manejado en su momento en la CDMX por el actual dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, el novel político marcado eternamente por la corrupción.
En el caso del Cártel Inmobiliario de Puebla, se habla, también, de una nauseabunda cloaca.
Tan apestosa que hiede a kilómetros de distancia.
El expediente ya se arma en el ayuntamiento de Puebla y es voluminoso y sólido en pruebas.
En todos los documentados cochupos hasta el momento, aparece, obviamente, la mano de Felipe Velázquez Gutiérrez.
Sí, el títere del ex alcalde Eduardo Rivera Pérez para la dirigencia estatal del PAN.
Felipe Velázquez, quien de ninguna forma ni bajo ninguna circunstancia se manda solo, fue secretario de Gestión y Desarrollo Urbano del gobierno de Eduardo Rivera.
Desde ahí se operó la autorización irregular, bajo las sombras, de permisos de construcción que -hoy se sabe- apestan a simple y llana corrupción.
Uno de los casos más escandalosos es lo sucedido en el Barrio de Santiago.
Ahí se avalaron y edificaron, bajo el gobierno del PAN, al menos cuatro grandes edificios habitacionales, incumpliendo flagrantemente las normas de construcción de la zona.
¿Quién otorgó los permisos?
¿A cambio de qué?
Las respuestas se caen de obvias.
Y las evidencias se van acumulando día a día, como parte de la Auditoría Madre que el gobierno de José Chedraui Budib está llevando a cabo en el marco del millonario “hoyo financiero” que le heredaron y que hoy tiene semi paralizado al gobierno municipal -excepto en el rubro de arte y cultura-.
Pasó más o menos desapercibido -quizá porque la agenda mediática estaba en otros asuntos-, pero el primero en hablar del Cártel Inmobiliario de Puebla y en poner el explosivo tema sobre la mesa, fue el regidor de Morena y ex tesorero municipal Leobardo Rodríguez Juárez.
Y lo hizo desde el 8 de agosto de 2024, a través de un post en la red social X, en el que cuestionó precisamente lo que venía sucediendo en el Barrio de Santiago.
“Extrañas son las intervenciones del Ayuntamiento de Puebla, como extraños ahora resultan los permisos para construir espacios habitacionales verticales en el mismo sitio… cuando no hay lógica, se tiene que empezar a pensar mal ¿cartel inmobiliario?”, expuso.
Extrañas son las intervenciones millonarias del @PueblaAyto, como extraños ahora resultan los permisos para construir espacios habitacionales verticales en el mismo sitio… cuando no hay lógica, se tiene que empezar a pensar mal ¿cartel inmobiliario? pic.twitter.com/jadVkjGk9z
— Leobardo Rodríguez Juárez (@leobardorj) August 8, 2024
Hoy se sabe que Leobardo Rodríguez tenía razón y que el Cártel Inmobiliario de Puebla no es el fantasma que muchos dicen, sino una profunda y pestilente pocilga, con múltiples ramificaciones que llevan siempre, invariablemente, hacia Felipe Velázquez Gutiérrez.
Precisamente el sujeto que Eduardo Rivera Pérez intenta imponer como dirigente -es un decir- del PAN.
Una historia similar a la de uno de los grandes jefes del Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México, Jorge Romero Herrera.
El caso del Barrio de Santiago no es el único.
Hay muchos más.
Este miércoles el periódico Hipócrita Lector, en una nota del reportero Iván Rivera, aportó más pistas sobre este complejo entramado de corrupción, abuso y latrocinio.
Cito:
“La gestión de Felipe Velázquez a su paso por la Secretaría de Desarrollo Urbano municipal no hizo más que agravar las problemáticas que aquejan a vecinos de distintas colonias en la ciudad de Puebla, especialmente a los de Estrellas del Sur, quienes fueron víctimas de la falta de escucha a sus peticiones y posibles actos de corrupción en la entrega de licencias de funcionamiento para construcciones irregulares.
“Así lo expuso María del Refugio Ortega, una de las vecinas de este fraccionamiento, quien se ha mantenido en pie de lucha junto a un grupo de colonos para exigir detener un proyecto inmobiliario llamado Torre Capella, que amenaza con acabar con su tranquilidad al poner en riesgo el suministro de agua y generar mayor congestionamiento vehicular para los más de mil vecinos que allí habitan.
“(…) En esta treta acusó a dos personajes en particular: Juan Carlos Olmedo Molina, exdirector de Desarrollo Urbano municipal, así como Felipe Velázquez, ex titular de la dependencia y hoy aspirante a la dirigencia estatal del PAN, quien es uno de los aliados del ex alcalde Eduardo Rivera“.
La Auditoría Madre que se aplica a la Secretaría de Gestión y Desarrollo Urbano arroja más luz sobre el asunto, que será un verdadero escándalo y que impactará por necesidad en el proceso interno del PAN que concluirá el próximo mes de diciembre.
¿Un “dirigente” de un partido de “oposición” sumido en el más explosivo caso de corrupción y sobornos inmobiliarios de la ciudad de Puebla?
Sería de risa si no fuera trágico.
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Circula un video igual o más escandaloso que el del secretario general del PAN, el “diputado del amor” Marcos Castro.
El protagonista es un conocido asesor jurídico del partido.
De verdad: es irreal lo que sucede con los súbditos de Eduardo Rivera.