El próximo domingo se cumple un año de que Alejandro Armenta Mier ganó la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla, en una apretada contienda contra el entonces coordinador de los diputados federales de este mismo partido, su primo Ignacio Mier Velazco, quien se decía el “favorito del presidente López”.
El evento es muy importante, porque muchos analistas coincidimos en que ese día, 10 de noviembre de 2023, Armenta no solo ganó la candidatura, sino también la gubernatura, ahí tuvo un 70% de las llaves de Casa Aguayo y si bien el resto no fue solo trámite, la verdadera lucha se dio dentro de Morena y contra su primo.
Alejandro Armenta ganó la candidatura de Morena, merced a que era el candidato mejor posicionado en las encuestas; pero no solo por eso, varios factores se desarrollaron a nivel nacional y local, de tal forma que también influyeron para que la decisión final recayera en su persona.
A nivel nacional, la pugna Omar García Harfuch vs. Clara Brugada, por la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, la cual se definió a favor de Brugada, quien contaba con el apoyo del presidente López, fue uno de los factores que influyó a favor de Alejandro Armenta.
Otro factor fue la pugna que surgió en el también vecino estado de Morelos entre la senadora Lucy Meza, quien quería la candidatura de Morena a la gubernatura de aquel estado y al no verse favorecida con la designación que recayó en Margarita González Saravia, también favorita de López Obrador y exdirectora de la Lotería Nacional, abandonó las filas de Morena.
La senadora Lucy Meza renunció a Morena y el día 9 de noviembre de 2023 anunció su incorporación al Frente conformado por el PRI, el PAN y el PRD, quienes la cobijaron como su candidata a la gubernatura, esto ocurrió un día antes de que Armenta fuera ungido como el abanderado en Puebla, el mensaje no podía ser más contundente.
A nivel local, la muerte de Miguel Barbosa, el 13 de diciembre de 2022, también cambió todo el escenario de la sucesión.
La carta original del mandatario, si no hubiera muerto, era, sin duda, el entonces líder del Congreso local, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien había logrado ganarse toda la confianza del entonces gobernador y entrar a su primer círculo, el más cerrado, el familiar.
Si Barbosa no hubiera muerto, hubiera tratado, a sangre y fuego, a su estilo, que la designación recayera en Céspedes y si no lo hubieran dejado imponer, entonces se iba a jugar sus cartas con la oposición y en ese escenario hubiera echado de mano de un amigo y aliado, el entonces alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, con quien hizo mancuerna en 2021 para vencer en la elección local de ese año, a su entonces adversaria, la presidenta municipal con licencia, Claudia Rivera Vivanco.
El escenario electoral de Puebla y de la sucesión en 2023 y 2024 hubiera sido una total polarización, pero la muerte de Barbosa cambió todo.
Una hábil maniobra de Jorge Estefan desde el Congreso de Puebla, evitó que, desde México, el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, pudiera imponer como mandatario suplente a alguien cercano al círculo de Nacho Mier, Fernando Manzanilla.
La maniobra ejecutada por la Legislatura local y operada por Estefan, la noche del 14 de diciembre de 2022, evitó que surtiera efecto el acuerdo signado entre Adán Augusto, Marko Cortés y “Alito” Moreno, para imponer a Manzanilla y aseguró el ascenso de Sergio Salomón Céspedes como gobernador de Puebla por dos años, para concluir el sexenio maldito.
La animadversión que su antecesor Miguel Barbosa, experimentaba por Ignacio Mier, al parecer también fue heredada por su sucesor, Sergio Salomón Céspedes, y alentada por Jorge Estefan, quien tenía cuentas pendientes con Nacho, desde que ambos eran parte del equipo de Manuel Bartlett y que se ensancharon con el intento de chantaje que operó el entonces director del periódico Cambio, Arturo Rueda, en contra de Charbel en su casa, en donde le pidió 10 millones de pesos a cambio de no revelar conversaciones telefónicas entre Estefan y Emilio Gamboa, cuando ambos eran diputados federales del PRI en San Lázaro.
Hubo varios intentos por acercar al hoy todavía mandatario y al entonces coordinador de los diputados federales de Morena, pues tenían varios amigos en común, pero todos fracasaron debido a que Nacho pecó de soberbio, confiado en que tenía en la bolsa la candidatura, debido a la supuesta cercanía que tenía con el entonces presidente.
15 días antes de la definición de la candidatura a la gubernatura de Morena, Nacho y Sergio Salomón Céspedes cenaron y trascendió que Mier trató con soberbia y desdén al mandatario, y ahí selló su destino y el de su grupo político, el cual había invertido cantidades millonarias para publicitarlo y elevarlo en su nivel de conocimiento; se dice que se llegaron a colocar más de 450 espectaculares en todo el estado con su figura.
Se dice también que, unos días antes de la definición de la candidatura a la gubernatura de Puebla, el gobernador de Puebla sostuvo una reunión con la entonces candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, en la Ciudad de México, en donde le advirtió sobre los riesgos de una posible ruptura en la entidad, en caso de que la designación recayera en Ignacio Mier.
El 6 de noviembre de 2023 se discutió en San Lázaro el presupuesto de egresos de la Federación para el 2024, aprobado durante las primeras horas del día 7, con 262 votos a favor y 217 en contra por parte de la oposición, lo cual fue considerado como un triunfo para el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier. Sus compañeros legisladores comenzaron a corear al interior del recinto “¡gobernador, gobernador!”
Por su parte, Alejandro Armenta confiaba en su popularidad, sus 35 años de trayectoria política y su trabajo al frente de la Presidencia del Senado de la República, siendo el segundo poblano, después de Miguel Barbosa, en ocupar ese cargo.
El 9 de noviembre de 2023, todos los aspirantes a la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla fueron convocados al hotel Camino Real Polanco, para conocer los resultados de las encuestas, aunque se dice que Nacho Mier supo que no sería candidato desde ese mismo día, el 9.
Al hotel llegaron Olivia Salomón, Claudia Rivera, Julio Huerta, Ignacio Mier y, por supuesto, Alejandro Armenta.
Aunque desde días antes, por el 8 y el 9, muchos hablaban de que Armenta sería el candidato, la resolución oficial se dio a conocer el 10 de noviembre al filo de las 15:45 horas, cuando el entonces dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, hizo oficial que Alejandro Armenta había ganado la encuesta con el 22.3% de las menciones, por el 21.4% de Ignacio Mier. Alejandro se convertía en el candidato de Morena a la gubernatura de Puebla.
Para concluir esta remembranza, si Omar García Harfuch hubiera sido candidato a jefe de Gobierno en la Ciudad de México, en Puebla, muy probablemente, se habría tenido que designar a una mujer.
Esta es parte de la historia.