Sorprendentemente el panista Filomeno Sarmiento Torres se encuentra, otra vez, en campaña política, pese a la derrota que sufrió hace cinco meses en las urnas en la disputa por la alcaldía de Cuautlancingo.
A sus allegados los ha estado reuniendo para decirles –de manera despectiva– que la presidencia municipal está “prestada” al “muchacho”, en referencia al actual edil morenista Omar Alberto Muñoz Alfaro. Y a todos les pide que se preparen porque en 2027 va a recuperar el poder en la figura de su esposa Mayra Isabel Ramírez Escamilla.
Algunos panistas se asombran y a otros los desconcierta la actitud de Sarmiento, quien perdió la reelección el pasado 2 de junio y pareciera que no dimensiona el tamaño de la derrota electoral del PAN, que es la más cruenta que ha sufrido el albiazul en las últimas tres décadas y en casi todos los rincones del estado de Puebla.
Pero sobre todo llama la atención que el exedil actúa como si no estuviera metido en problemas.
El principal escollo que deberá resolver –si es que quiere regresar a la arena electoral– es que enfrenta observaciones por unos 149 millones de pesos, de fondos públicos que no ha podido demostrar el destino que tuvieron en su reciente gestión de alcalde, de acuerdo con los últimos pliegos de cargos de la Auditoría Superior del Estado.
Sin contar las observaciones que le hará la nueva administración municipal que encontró vehículos inservibles, camiones que les cambiaron los neumáticos en las últimas horas del anterior trienio para dejarles llantas inservibles, un elevado monto de cuentas no pagadas y adeudos no justificados, que no permiten el buen funcionamiento del servicio de agua potable, entre otras anomalías.
Además, hay un fuerte malestar de la población en contra del ex alcalde. El problema de la seguridad pública es el más sentido y resulta que, el nuevo ayuntamiento, se encontró que solamente estaban en activos entre 35 y 50 agentes de la policía, cuando el municipio tiene más de 111 mil habitantes, en medio de una composición compleja ya que colinda con la capital del estado, con San Pedro Cholula y con Tlaxcala. Sin contar, que sobre su territorio pasa la autopista México-Veracruz y se asienta la zona industrial de Volkswagen.
Filomeno Sarmiento se ha convertido en una figura caciquil del PAN, pues actúa como si fuera dueño del municipio de Cuautlancingo y acapara todo el poder dentro del Partido Acción Nacional.
El panista ya ha sido cuatro veces candidatos a la alcaldía de Cuautlancingo. Dos veces ganó, lo cual le permitió gobernar entre 2011 y 2014, así como entre 2021 y 2024; y dos veces ha sido derrotado, en 2018 y hace 5 meses. Sin contar que ha sido dirigente municipal del albiazul y 3 veces consejero estatal de esta fuerza política.
Ahora sin entender la realidad, ya se está preparando para la quinta candidatura a la presidencia municipal.
Queda claro que mientras el PAN no comprenda que este tipo de figuras políticas agravian al electorado, difícilmente podrá recuperar el poder político de Puebla.